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martes, 1 de febrero de 2022

¿Existen las sociedades adultas?


¿Existen las sociedades adultas?

"Jacques Lacan comentó la frase de Malraux para señalar que el índice más preciso para captar la diferencia entre lo infantil y lo adulto era la asunción de responsabilidades respecto a lo que uno hace o dice, sin atribuir al otro elecciones que son de uno. La madurez de una persona o de los lazos colectivos no se relaciona, entonces, con alcanzar un progreso material, científico o artístico sino con la capacidad de devenir adulto: hacerse cargo de sus palabras y de sus consecuencias, ya sean en forma de satisfacción o de displacer. Esto nos lleva a guiarnos por una ética de las consecuencias más que por una ética de las buenas o malas intenciones. 

 

jueves, 13 de octubre de 2016

¿Educamos para hacer buenos gestores emocionales o adultos responsables?



 

 

 

La Vanguardia. Jueves, 13 de octubre de 2016 


El aprendizaje socioemocional (SEL en inglés) está de moda. Aprender aquello que las generaciones precedentes nos legaron queda en un segundo plano frente al desafío de gestionar nuestras emociones. Sólo esto último nos hará libres y emprendedores de nosotros mismos. Lo otro son ataduras de las que conviene desprendernos.

El yo se convierte así en el nuevo ídolo del panorama educativo. Y con él, el cuerpo como sede principal de las emociones que embargan a ese nuevo individuo autónomo y empoderado.

Para ello nada mejor que empezar lo más pronto posible, en la guardería mismo donde hay que dejar a los niños que decidan libremente sus actividades y horarios, que den rienda suelta a sus emociones. Si es posible con la complacencia de sus progenitores. ¿Para qué aferrarse a los hábitos cuando es posible construirse a sí mismo en el aquí y ahora?

¿La educación debería, pues, centrarse en hacer de cada niño/a un excelente y feliz gestor de sus emociones? ......

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http://www.lavanguardia.com/vida/20161013/41948052536/el-divan-educacion-ninos-gestionar-emociones-adultos-responsables.html

lunes, 29 de agosto de 2016

¿Por qué abrazar nos resulta terapéutico?










La Vanguardia. Tendencias, 21/08/2016



Dios ha muerto. Ergo, todo está permitido. Esta parecía ser la promesa de la liberación sexual de los sesenta. Ya nada ni nadie impediría que gozáramos de nuestros cuerpos libremente. Aquí la cosa llegó, como otras muchas, un poco más tarde y le llamamos destape. 

Pasada la euforia inicial, y como ocurre con la pasión, las aguas volvieron a su cauce pero con una novedad. Ahora que Dios había  muerto, estábamos obligados a gozar y, de paso, a mostrar ese goce con todo lujo de detalles. La intimidad a cielo abierto devino un imperativo de transparencia máxima. La sociedad digital se basa en ese “compartirlo todo”, como si la vida misma fuera un reality show.

Ese goce obligatorio impone sus exigencias de funcionamiento y para ello disponemos de ayudas varias como estimulantes, ciberporno y todo tipo de apps de contactos para que la pasión no decaiga. Un sujeto hipermoderno que se precie debe, como mínimo, conocerlas e incluso tener cierto uso. Los datos actuales de consumo de porno online, estimulantes sexuales o uso de apps de citas no dejan lugar a dudas sobre su función.

La paradoja es que en esa carrera por el sexo-máquina, por contabilizar y evaluar los resultados,  empezaron a aparecer objetores de conciencia. Gentes que preferían abrazarse sin sexo mediante. Sentir el cuerpo del otro, tomarlo como un reconocimiento y como signo de amor. Pensar que el otro les daba un lugar que no pasaba por la satisfacción sexual. Que podrían privarse del goce sexual para obtener otros beneficios. Eso les resultaba terapéutico.


martes, 28 de junio de 2016

TDAH: SIN LÍMITES (II). Hiperactivos sin límite de edad







“De nuestra posición de sujeto somos siempre responsables. Llamen a esto terrorismo donde quieran. ...La posición de psicoanalista no deja escapatoria, puesto que excluye la ternura del alma bella. ...toda tentativa, o tentación de encarnar más allá el sujeto es errancia... Así encarnarlo en el hombre, el cual regresa con ello al niño. Pues ese hombre será allí el primitivo...del mismo modo que el niño desempeñará el papel de subdesarrollado, lo cual enmascarará la verdad de lo que sucede de original en la infancia. "
J. Lacan. La ciencia y la verdad (1965)

El TDAH empezó a diagnosticarse en la infancia y adolescencia, entre los 7 y los 16 años. Luego se añadieron los adultos ya que se consideraba que el 50% de los niños hiperactivos seguirían siéndolo de adultos. Hoy esa clasificación diagnóstica empieza a no tener límites: el niño hiperactivo lo es ya desde los dos años y lo sigue siendo hasta su muerte, bien entrada la vejez. Es un ejemplo claro de esa tesis lacaniana del “niño generalizado” ya que además, y como no se cansan de repetir algunos, sin fundamento ninguno, “el TDAH es un trastorno de carácter neurobiológico originado en la infancia”, por lo que el sujeto no se hace responsable de esa agitación corporal.

Los cambios introducidos en el año 2104 en el sistema escolar norteamericano permitieron la incorporación en escuelas públicas a niños y niñas de 3 a 5 años. Ello ha supuesto el avance del diagnostico de TDAH en esas edades preescolares.

martes, 21 de junio de 2016

TDAH S.L. (SIN LÍMITES). (I) El niño generalizado







“¿Extraeremos la consecuencia de un término como el de niño generalizado?...He ahí lo que signa la entrada de todo un mundo en la vía de la segregación. ¿No es acaso porque hay que contestarla por lo que vislumbramos ahora por qué probablemente Freud sintió que debía reintroducir nuestra medida en la ética del goce? ¿Y no es tratar de actuar con ustedes como con aquellos para quienes la ley desde entonces es dejarlos con la pregunta: qué alegría encontramos en eso que constituye nuestro trabajo?”
J. Lacan. Alocución sobre las psicosis del niño (1967)


Lacan habló en 1967 del “niño generalizado”, la infantilización de los adultos y de la sociedad,  para indicar la incidencia que la ciencia tenía sobre el valor que dábamos al cuerpo. Intuyó incluso lo que sería posteriormente el intercambio de órganos, como un negocio boyante.

Hoy el cuerpo ocupa el primer lugar de nuestras preocupaciones: en la moda, en el espectáculo, en el deporte, en la salud y en las terapias de todo tipo (las que lo reducen al cerebro y lo estimulan y aquellas que lo masajean y manipulan con mayor o menor éxito). Eso sin olvidar el destino dramático de aquellos cuerpos que buscan refugiarse del odio y la violencia y para los que no encontramos acogimiento.

Sin embargo, y es a lo que apuntaba Jacques Lacan, no queremos saber mucho de las paradojas de la satisfacción de ese cuerpo.