Mostrando entradas con la etiqueta Duelo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Duelo. Mostrar todas las entradas

viernes, 4 de diciembre de 2020

¿Hacer el duelo con un robot?

 


La Vanguardia, 3 de diciembre de 2020


Hoy, ya hay experiencias de realidad virtual que permiten redescubrir a los seres queridos fallecidos e interactuar con ellos. Recientemente, la televisión coreana transmitió el reencuentro, de realidad virtual, de la afligida madre Jang Ji-sung con su difunta hija Na­yeon. Los llamados griefbots (literalmente, robots de duelo) son chatbots constituidos a partir de la huella digital que el ser querido ha dejado: todo un legado de publicaciones en redes sociales, vídeos, fotos, correos electrónicos y mensajes de texto que alimentan una red neuronal artificial. Permiten imitar el estilo y la forma de pensar de la persona fallecida. De esta manera, sus seres queridos pueden seguir conversando con ella después de su muerte.


LEER ARTICULO COMPLETO

domingo, 31 de mayo de 2020

Tiempo de duelo: mucho más que cifras


Catalunya Plural, 30/5/20


Son mujeres mayores, que tienen que despedirse de un ser querido, sin ceremonia, sin palabras ni el arropo de los cuerpos y abrazos de amigos y familiares. Despedirse en soledad de vidas compartidas durante décadas, con hijos e hijas, aficiones y amistades conjuntas, como si la irrealidad que supone una separación definitiva, aquí se hiciese más real. Algo se ha conmovido para siempre en esa historia y hay que empezar a reconstruirlo de nuevo, pero solas y, como decía Freud, “pieza por pieza”. Los ritos funerarios tienen su función clave en el inicio del duelo, dan el tiempo para ir colocando cada imagen, cada recuerdo, cada palabra. 

Estas son algunas de las muchas historias de duelo que vemos y veremos en los próximos meses. Nunca es fácil bordear el agujero que se abre en nuestras vidas cuando perdemos algo tan valioso. Muchas veces, es entonces cuando comprendemos el valor de la pérdida, el lugar que el que se ha ido tenía para cada uno y el que nosotros mismos teníamos para él o ella. Ese es el duelo que tenemos que realizar: hacernos cargo de lo que ya no seremos, de lo irrecuperable.

sábado, 22 de abril de 2017

Hacer el duelo mediante la escritura





La Vanguardia, 21 de abril de 2017



La muerte forma parte de la vida. Tanto es así que sin ella, la vida no tendría sentido. Es el final lo que resignifica todo lo anterior. De allí que las necrológicas sean siempre un balance de lo logrado y también de lo errado o dejado pendiente.

Sin embargo, cuando la muerte llega antes de lo previsto aparece como algo sin sentido. Un accidente, un atentado, una catástrofe o simplemente una enfermedad, precoz para la edad, son finales bruscos para los que nunca estamos preparados, aunque algunos podamos anticiparlos (procesos patológicos terminales).

Solo nos queda hacer el duelo por eso que ya no está. Por la persona querida que hemos perdido pero, sobre todo, por lo que nosotros éramos para ella y que ya nunca volveremos a ser. Ese es el verdadero duelo que nos cuesta hacer. Si hasta entonces, en vida del fallecido, éramos su apoyo, su confidente, su alumno preferido, su pareja fiel o su hija siempre atenta, ahora se nos abre un vacío en el que ya nos somos eso para él o para ella.

Tenemos que ir poco a poco tejiendo una historia que de algún sentido a lo sucedido y que nos permita poner, en su lugar, otra cosa u otra persona. Una manera de tejer esa historia es escribir, poner palabras y sonidos a ese vacío silencioso. Muchos escritores han optado por hacer el duelo a través de una obra que, en ocasiones, ha pasado a ser una joya literaria.

Miguel Hernández lo hizo en su “Elegía”, recordando a su amigo Ramón Sijé