domingo, 2 de marzo de 2014

Adolescentes: del déficit a la invención





La Vanguardia. Tendencias, sábado 1 de marzo de 2014


Cada adolescente tiene un presentimiento, algo más o menos difuso que conecta su niñez con la vida adulta. Este presentimiento es el anhelo de hacerse mayor realizando aquello que le es propio y que le permitirá vincularse al otro y le proporcionará un cierto sentimiento de utilidad social y personal

Para ello no tiene otra que construirse una vida "ejemplar", algo que le sirva a él ya que no se dispone del pret-a-porter ni de la medida estándar. Realizar este presentimiento requiere un lenguaje nuevo, que sea propio y donde cada adolescente se reconozca. Un lenguaje desafiante y provocador, sentido como vivo y que diga algo del malestar experimentado. 
Este lenguaje se hace con diferentes herramientas: palabras, música, baile, dibujo, fotografía, rap, hip hop, cuerpos tatuados, peinados, formas de vestir.

Pero descubrir y hacer suyo el presentimiento no es fácil, rápidamente emerge la angustia de no dar la talla, la sombra del fracaso, de no tener nada digno para presentarse al otro. 
Surge la regresión y los impasses en forma de inhibición, conductas perturbadoras, consumos, prácticas de riesgo que pueden “confirmar” su exclusión y el No Future.

Ningún adolescente es ajeno a la mirada del Otro adulto, de hecho muestran una sensibilidad extrema que los hace esconderse en el anonimato de su habitación cerrada, los parques desiertos o la red. Sustraerse a esa mirada es una necesidad que a veces implica cierta confrontación.

Cuando los miramos y los clasificamos poniendo el énfasis en sus déficits (trastornos, fracaso, adicciones) bloqueamos, más que facilitamos, la salida de ese túnel que el adolescente, como decía Freud, debe perforar en una doble vía: cumplir las exigencias sociales y dar satisfacción a las pulsionales que el nuevo cuerpo sexuado le plantea.

Esta tarea de separación del mundo infantil no es deseable que la hagan solos o con sus conexiones virtuales. Necesitan también un interlocutor de cuerpo presente que sancione ese tránsito y les ayude a renunciar al autoerotismo de la fantasía -actualizada con los omnipresentes gadgets y los consumos diversos-para buscar los nuevos objetos en el exterior (pareja, estudios, trabajo).

Caducados los viejos ritos de iniciación, el riesgo es que ante la ausencia de nuevas propuestas, el pasaje adolescente se eternice y terminemos viéndolos como un problema y un déficit para el que algunos (expertos) creen tener la solución.

La alternativa es dar un lugar a sus invenciones, conscientes que lo propio de la invención es que, al fabricarse con los materiales existentes, siempre se trata de un saber incompleto, de pequeños fragmentos creados a modo de un bricolaje para poner palabras a ese real íntimo y singular de cada uno (Lacan).

Acompañarles en esas invenciones es asegurarnos que lo nuevo de su generación se inscribe en la época, sin excluirlo, y crea así nuevas tradiciones que trasmitan sus logros a las generaciones futuras. ¿De qué otra cosa, sino de invenciones, están hechas nuestra tradiciones, tal como muy bien nos mostró el gran historiador Eric Hobsbawm?

lunes, 20 de enero de 2014

Jornades Adolescents fora de joc (CIIMU)


Organitza: Consorci Institut d’Infància i Món Urbà (CIIMU) en col·laboració amb la Secció d’Infància de l’Il·lustre Col·legi d’Advocats de Barcelona (ICAB) i la Fundació Cassià Just.

Dates: 27 i 28 de febrer de 2014
Lloc: Il·lustre Col·legi d’Advocats de Barcelona

Els temes que s’abordaran, són els següents:
  
Documental: “Vides exemplars: adolescents del segle XXI”
  
Cossos en on/off: la prova adolescent de l’embolic entre l’organisme i els sentiments
  
Pantalles: comunicació, creació i xarxa
  
Educació: entre el saber i la invenció
  
Nous llenguatges i noves regles a la família

 
Amb la participació dels següents ponents:


Francesc Vilà, psicoanalista. Director Sociosanitari de la Fundació Cassià Just. Membre del Consell de Polítiques Socials i Familiars de Presidència de la Generalitat de Catalunya

Laura Fernández, periodista i escriptora

Rosa Ros, Centre Jove d'Anticoncepció i Sexualitat (CJAS)

Jordi Royo, psicòleg clínic. Director clínic d’Amalgama 7

Joan Carles Seuba, professor titular de Dret Civil  de la Universitat Pompeu Fabra

José Ramón Ubieto, psicòleg clínic i psicoanalista. Institut Municipal de Serveis Socials. Ajuntament de Barcelona

Jesús Alonso, professor de la Universitat Politècnica de Catalunya i director del Máster en Disseny i Creació de Videojocs

Joaquim Dorca, editor de jocs presencials. Soci director de Devir

Adriana Gil, professora de la Universitat Rovira i Virgili. Coordinadora del grup de recerca JovenTIC (Joventut i Tecnologies de la Informació i la Comunicació)

Andreu Van den Eynde, advocat penalista, especialista en delictes informàtics. Professor de Negociació de la Universitat Oberta de Catalunya. Coordinador de Formació Penal de l’Il·lustre Col·legi d’Advocats de Barcelona

Carme Gómez-Granell, directora de l’Institut d’Infància i Món Urbà (CIIMU)

Jordi Collet, professor de Sociologia de l'Educació de la Universitat de Vic

Paco Estellés, director de les plataformes d’Educació Social dels Salesians i Vicepresident de la Federació d’Entitats d’Atenció i d’educació a la Infància i l’Adolescència (FEDAIA)

Begonya Gasch, psicopedagoga. Directora general de la Fundació El Llindar

Pau Marí Klose, professor de Sociologia de la Universidad de Zaragoza. Investigador i col·laborador de l’Institut d’Infància i Món Urbà

Montserrat Tur, advocada i mediadora familiar, experta en dret de família i infància

Mercè Falguera, educadora, antropòloga i activista

Elena Lauroba, jurista. Professora titular de Dret Civil a la Universitat de Barcelona

Ramon Morell, director d’adolescència i joventut de l’Ajuntament de Barcelona

Xavier Roigé,  professor titular d’Antropologia Social de la Universitat de Barcelona



viernes, 13 de diciembre de 2013

Hombres fuera de juego


LA VANGUARDIA, Tendencias. Sábado, 14 de diciembre de 2013

Para muchos varones la crisis actual ha supuesto la pérdida de su rol de sustentadores principales de la familia y los ha confrontado a diversos interrogantes sobre su condición de homo faber, que ha dejado de controlar su entorno al verse privado de su capital principal. Estudios recientes confirman el aumento de problemas de salud mental referentes a cuadros depresivos, ansiedad o consumo de alcohol que afectaría principalmente al colectivo de personas en paro.
Estos “hombres al sol” nos hablan de sus sentimientos de soledad y de impotencia, asociados a crisis en las relaciones de pareja y al hecho de sentirse desautorizados como padres a causa de su improductividad. Sentimientos de inutilidad que nos confirman que hoy la obsolencia programada no afecta sólo a los objetos, también a las personas que son evacuadas como desperdicios, resto que queda afuera del sistema productivo.
Ellos constituyen el nuevo real social, la llamada nueva pobreza. Ya no son el ejército de reserva tradicional que, aunque en precario, formaban parte del sistema, ahora se perciben claramente fuera de juego. “Vivo la vida por anticipado” es la manera que tiene C. de explicar cómo su existencia depende del crédito mensual de su tarjeta.
Buscar respuestas a estas crisis de ocupación, de pareja y de parentalidad implica partir de sus potencialidades y deseos para transformar eso que se presenta como un conflicto en una solución que incluya al otro -pareja, hijos, profesionales de apoyo- generando y compartiendo ideas juntos (Sennett).
Un taller concebido como un  lugar de encuentro y de palabra, donde cada uno con sus herramientas construye una nueva manera de estar y de hacer, es una oportunidad para exponer esas “invenciones”, compartirlas con otros hombres y resignificar así su nuevo rol como padres y hombres.
Hablar, por ejemplo, de ese sentimiento recurrente de infantilización que experimentan en relación a sus parejas: “nos tratan como niños y supervisan todo lo que hacemos mal en casa y con los hijos”. Hablarlo para salirse de esa posición infantil y permitir con la pareja otro vínculo que no sea de maternaje, y que ponga en juego el deseo, eso que para cada uno, hombre y mujer, está más allá de los cuidados. O pensar juntos en el significado actual de la función paterna, evitando tanto la nostalgia de la autoridad ideal que nunca existió como las tiranías del consumo que hacen del padre-proveedor un anestésico para el malestar infantojuvenil.
“Encontrar apoyo moral, psicológico, profundizar en cómo está cada uno, habernos conocido, sacarse el susto de la crisis, rebajar la tensión en casa, mejorar las relaciones de pareja, sentirte acompañado con otros, tener más potencia para buscar trabajo,..” valoraciones que reflejan cómo este tipo de iniciativas, cada vez más frecuentes, son una respuesta necesaria para devolver a estos “sujetos desahuciados” el valor y la dignidad que les corresponde y de la que se sienten despojados a causa del paro y de las amenazas de ruina y exclusión.


lunes, 25 de noviembre de 2013

Trastornos, malestares y diversidad. ¿Cómo abordamos el TDAH?





Consultable online:

http://www.ciimu.org/index.php?option=com_acajoom&act=mailing&task=view&listid=3&mailingid=162&Itemid=999&lang=es






Durante el mes de enero de este año, se celebraron las Jornadas Trastornos, Malestares y Diversidad. Cómo abordamos el TDAH?, organizadas por el Institut d’Infància i Món Urbà (CIIMU), con la colaboración de la Sección de Infancia del Il·lustre Col·legi d’Advocats de Barcelona. El objetivo de las Jornadas -en las que participaron más de 500 personas de ámbitos muy diversos: psicólogos, psiquiatras, juristas, educadores y trabajadores sociales, enseñantes, asociaciones de familias, etc.-, era abrir un ámbito interdisciplinario de aprendizaje y debate sobre el TDAH, donde se pudiera mostrar la complejidad y la diversidad de enfoques de un tema que preocupa y provoca sufrimiento no sólo a los niños y adolescentes involucrados, sino también a sus familias y a los profesionales que trabajan con ellos. Un tema que se ha convertido también en objeto de creciente interés social y mediático como consecuencia del incremento de su diagnóstico y tratamiento farmacológico, hasta el punto que el Comité de los Derechos de los Niños de Naciones Unidas ha advertido recientemente a España del hecho que se está haciendo un exceso de prescripción de psicoestimulantes y de la necesidad de promover otras medidas de carácter educativo, psicopedagógico, social, etc., en el tratamiento de este trastorno.



Las ponencias que se presentaron en las Jornadas han sido recogidas en una publicación digital y editadas en un conjunto de vídeos, que os adjuntamos. También se han recogido algunas de las numerosas intervenciones que se hicieron desde los invitados de la fila cero y desde el público asistente en un vídeo resumen. Asimismo os adjuntamos el link donde podréis escuchar la tertulia que se celebró después de las jornadas en el programa “El matí de Catalunya Ràdio” de Manuel Fuentes, con la intervención de los Dres. Joan Ramon Laporte, José Ramón Ubieto i Josep Antoni Ramos.



Creemos que en conjunto constituye un buen material que refleja muchas de las diferentes aproximaciones, preocupaciones y controversias que están presentes hoy en relación a la detección, el diagnóstico y el tratamiento del TDAH. Esperamos que sean también un buen instrumento para continuar avanzando en la comprensión y abordaje de este tema desde el rigor científico y el respecto a la diversidad de enfoques, pero sobre todo desde la perspectiva de que es el interés superior del niño el que tiene que orientar prioritariamente todas las actuaciones.

 

Textos y videos de:
Enric Bolea, Susana Brignoni, Concha Fernández Martorell, Eva García, Joan-Ramón Laporte, Josep Moya, Javier Peteiro, Montserrat Tur, José Ramón Ubieto i Francesc Vilà.


 

viernes, 8 de noviembre de 2013

Escrito en el cuerpo


La Voz de Galicia, Sociedad, 9 de noviembre de 2013

El psicoanalista Jacques Lacan nos recordaba que el hombre está capturado por la imagen de su cuerpo, lo adora como si fuese su única consistencia. El cuerpo se convierte así en nuestro nuevo partenaire y por eso asistimos a un culto alrededor de ese nuevo ídolo. Desde el body building hasta la creciente industria del dopaje y el mercado de remodelado del cuerpo, que alcanza a actores, deportistas, militares y ciudadanos de a pie.
Todas estas estrategias de disciplinar los cuerpos apuntan en la misma dirección: alcanzar una imagen de nosotros mismos aceptable y amable para el otro, lo que incluye también el creciente furor por los tatuajes, piercings y otras modificaciones del cuerpo (body mod). 
Los jóvenes muestran otro uso relacionado con esas marcas, que constituyen una especie de branding personal, algo que los identifica y diferencia al tiempo. En una época globalizada donde el sujeto pasa desapercibido en el anonimato de la tribu global, le queda «hacerse» un nombre escribiendo en el cuerpo una marca.
Al placer estético y a la nominación se les une, en algunos adolescentes, un tercer uso. Nos relatan prácticas de escarificaciones, incisiones superficiales que mortifican el cuerpo produciendo una satisfacción paradójica: calman la tensión y la rabia insoportable que experimentan, y al tiempo les produce una sensación de estar vivos.

viernes, 25 de octubre de 2013

Violencias invisibles


La cifra oculta de la violencia infantil


Asunta, Ruth y José, Allison y Andrés, son algunos de los niños y adolescentes asesinados recientemente por sus progenitores. Apenas una pequeña parte, la punta del iceberg, de una realidad mayoritariamente invisible: la violencia contra los niños. Sabemos con precisión las estadísticas de otra violencia no menos dramática, las mujeres asesinadas cada año por sus parejas: 52 en el 2012 y 37 en lo que llevamos de año.

Lo que no sabemos, porque no existen estadísticas, es la cifra de niños y niñas, menores de edad, fallecidos víctima de violencia, generalmente en el medio familiar. Resulta paradójico que la alarma social y el revuelo mediático que provocan estos crímenes no se acompañe de datos precisos que dimensionen la gravedad de los hechos. Algunos expertos estiman que la cifra podría ser incluso superior a la de violencia de género. Sin olvidar además que a estas cifras mortales se suma el hecho de que cada día miles de niños en nuestro país sufren en silencio esa violencia por parte de padres, o de otros familiares con los que conviven (800.000 al año según datos de Save the Children)

Sorprende esta ausencia de datos con las proclamas sobre el interés superior del niño, como principio jurídico y la voluntad de las administraciones en proteger a la infancia en riesgo. Lo que sí sabemos de manera precisa son los menores agresores, que han aumentado en un 23% respecto a años anteriores (Observatorio del Poder Judicial).

¿A qué se debe esa invisibilidad, esa ceguera social compatible con el seguimiento minucioso y muchas veces obsceno de algunos casos mediáticos? ¿Nos preocupa más la infancia peligrosa que la infancia vulnerable? Hoy las políticas públicas están cada vez más condicionadas por los grupos de afectados o por los lobbies con intereses diversos. Todos ellos hacen oír su voz para exigir recursos y normativas que se ocupen de sus dificultades. Quizás este dato nos aclare algo sobre esa cifra oscura.

Más allá de la estadística, la invisibilidad de esta violencia la hace más persistente y para algunas familias constituye su clave secreta, el lazo que las cohesiona, alrededor del cual la familia se mantiene unida y muda. A veces pasa un tiempo largo hasta que esa violencia “estalla” y surge como síntoma insoportable para alguien, habitualmente un hijo/a adolescente. Este vínculo paradójico, en que violencia y lazo afectivo se conjugan, produce efectos duraderos en los niños y a veces sólo una posterior ruptura permite tratarlos adecuadamente.

La violencia es siempre el signo de un fracaso, es “en los confines donde la palabra dimite, donde empieza el dominio de la violencia que reina ya allí, incluso sin que se la provoque” (J.Lacan). El silencio colectivo sobre estos hechos, como lo muestra el otro silencio largo tiempo sostenido sobre los niños robados, es un claro factor de desprotección de la infancia. Visibilizar la infancia, por el contrario, es otorgarles su condición de sujetos de pleno derecho, legal y subjetivo.



martes, 15 de octubre de 2013

¿Cómo abordar los fenómenos de violencia familiar desde el Trabajo en red?

Intervención en el VIII FORUM INTERXARXES.Viernes 11 de octubre de 2013. Barcelona

La violencia es siempre, a diferencia de la agresividad constitutiva del ser humano, un signo del fracaso de los intercambios verbales, algo ya no pasa por la palabra -que se muestra impotente- y se manifiesta mediante un acto, una intención agresiva hacia el otro: insulto, desprecio, agresión directa, negligencia efectiva. Decía Lacan que es “en los confines donde la palabra dimite, donde empieza el dominio de la violencia que reina ya allí, incluso sin que se la provoque”.

La violencia tiene sus coordenadas simbólicas, alrededor de los discursos y creencias que la promueven o la estigmatizan. También la violencia nos ofrece una escenografía llena de imágenes, fascinantes a veces y aterradoras casi siempre. Pero la violencia, sobre todo, tiene una dimensión real que afecta al cuerpo bajo diferentes formas

Sabemos que el fenómeno, por sí mismo, no es suficiente para captar todo aquello que la violencia trae implícito, hace falta localizarlo en la estructura y comprender su lógica. Más allá del acto en sí, podemos diferenciar dos lógicas: en una la manifestación de violencia tiene en cuenta al otro como interlocutor y en este sentido busca una respuesta, a veces de confrontación, otras de castigo, pero siempre sosteniendo así el vínculo con el otro.

La segunda lógica implica que esta violencia busca directamente la eliminación de cualquier vínculo y por lo tanto la destrucción del otro. Es una manifestación del odio en estado puro donde no encontramos ningún signo subjetivo de empatía, dolor, culpa.

Los dos casos son graves pero el último tiene mucho peor pronóstico y este dato es importante pensando en las intervenciones posibles ya que sabemos las dificultades que comportan. Por un lado por su complejidad donde juegan muchas variables (familiares, educativas, sociales, personales) y de otra la implicación emocional que nunca nos deja indiferentes y se manifiesta como angustia mas o menos reconocida. Es fácil por lo tanto precipitarse en la respuesta o por el contrario inhibirse, las dos salidas habituales ante la angustia que nos recordaba Freud.
El trabajo en red, sin duda, nos ayuda a pensar mejor las respuestas porque nos obliga a hacerlo conjuntamente, como elaboración colectiva. Este es, sin duda, uno de los beneficios directos de esta metodología de trabajo tal como hemos comprobado en la experiencia del Programa Interxarxes (www.interxaxes.net).

Nos hace falta pues encontrar e inventar formulas diversas para organizar esta conversación –antídoto de la violencia- interdisciplinaria que nos oriente en el trabajo compartido y que nos permita a la vez sostenernos en el acto que le corresponde a cada cual: social, educativo y/o clínico. Buscar prácticas colaborativas que promuevan recuperar el poder de la palabra, de la escucha y la conversación haciendo un buen uso de estas herramientas.