Escuela Lacaniana de Psicoanálisis
PRESENTACIÓN
El autismo es resistente a la educación.
Incorporar las primeras palabras, aceptar los hábitos básicos,
regular los impulsos en el cuerpo o incorporarse en el vínculo social;
para todo ello es imprescindible creer en la palabra del otro. Sin la
educación, no es posible establecer las bases de la regulación mínima
que todo sujeto necesita para vivir. Sin embargo, el llamado autista
demuestra en acto que la educación, si pretende regularlo todo, se
vuelve imposible.
Consentir a ser educado
Lo que se espera de la educación cambia en cada momento
histórico pero se mantiene en una constante: ser educado implica siempre
consentir a la educación. Ahí se encuentra el autista: contrario a
aceptar de entrada otras condiciones que no sean las propias; seguro en
su propio modo de aprender, en el cuándo, cómo y con quién. Pero, sobre
todo, reacio a la demanda que el educador hace pasar en silencio:
“¡Quiéreme!”
El ámbito educativo está en crisis
Las escuelas intentan desprenderse de los currículums demasiado
rígidos, la disminución de recursos aumenta la exigencia sobre los
docentes, la inclusión educativa hace aparecer fenómenos diversos de
exclusión en el interior mismo de los centros educativos y la angustia
de los profesionales se vuelve correlativa a su falta de formación.
Frente a todo esto, las familias de niños con autismo se ven
desorientados ante la pregunta: “¿Qué escuela para nuestro hijo?”
Se alerta ya del sobrediagnóstico de TEA
Parece no existir demasiado desacuerdo en los criterios mínimos
para el diagnóstico de un autismo. Sin embargo, el uso del llamado TEA
fuerza la inclusión de todos aquellos casos que presentan algún tipo de
trastorno del lenguaje. Como lo fue el TDHA hace algunos años, el TEA se
ha convertido en el nuevo nombre de los desarreglos que pueden
encontrarse en la infancia.
La alianza entre la industria farmacéutica y las burocracias sanitarias
permiten pensar que, en breve, será en el Trastorno bipolar donde caerán
los casos de niños sin diagnóstico asignado. Las escuelas ven aumentar
en sus aulas niños diagnosticados de TEA y de TDHA, e incluso de ambas
cosas. La pregunta de maestros y profesores es ciertamente pertinente:
“¿A qué se debe este alarmante aumento del diagnóstico?”
Medicación o expulsión
Pero es claramente en el tratamiento del autismo donde no
existe un consenso profesional. Los métodos reeducativos se han vuelto
lo suficientemente ambiguos como para que los profesionales que los
aplican sostengan que se tienen en cuenta las particularidades de cada
sujeto. El ámbito educativo es hoy para el Cognitivismo el terreno
fecundo donde podría “corregirse el autismo”.
La psicología moderna ha entrado en la escuela para quedarse. Y es
también ahí donde encontramos sujetos que responden con agresividad, que
se les exige estar medicados como condición para su continuidad en el
centro; o que se instalan en un inquietante hiperconformismo con el fin
de ser invisible para los demás, pero también para ellos mismos.
Instituciones para la edad adulta
La atención del autismo en la adolescencia y en la edad adulta
no prescinde del ideal normalizador con el que se aplica la reeducación.
Al contrario, la resistencia del sujeto adulto a la educación
acostumbra a tratarse con más educación. Y si la respuesta del sujeto es
la agresividad, la conclusión de los profesionales se vuelve en
ocasiones unánime: “Ha tenido una crisis porque es un caso grave”. Los
psicoanalistas encontramos en la posición autista que se prolonga en la
vida adulta la ocasión para elevar a la categoría de invención todo
aquello que el sujeto encontró para sostenerse en el vida. Conviene
entonces ser muy educado para acompañar al sujeto autista.
Nuestras preguntas
¿Qué se espera de la educación, hoy? ¿A qué dice no un sujeto
cuando se opone al adulto? ¿Cuáles son las consecuencias de relegar el
tratamiento del autismo a la escuela? ¿Qué propone el psicoanálisis para
el trabajo con el autismo en el ámbito educativo y en las instituciones
que acogen a sujetos adultos? ¿Qué instituciones nuevas, para jóvenes y
adultos, conviene crear? Y, ¿De qué modo autismo y educación son
posibles juntos? ¿O es que los llamados autistas son insumisos de la
educación?
Un foro sobre autismo y educación
La Escuela lacaniana de psicoanálisis reunió en Barcelona, en
2010, a un gran número de personas para promover en lo social un debate
en torno a la cuestión del autismo. Convocamos a los profesionales
concernidos por el tema, a familiares afectados por estas cuestiones, a
políticos sensibles a la problemática actual y a todos aquellos que
estén interesados, a participar de este foro abierto a la ciudad. Será
el 11 de diciembre de 2015, en el Auditori Axa de Barcelona.