jueves, 24 de octubre de 2019

Selfis en las hogueras





El Pais, Retina, 22 de octubre de 2019


"Vimos a gente haciéndose selfis. Esa es otra modalidad de la pulsión: ser mirados y reconocidos como los que estuvieron allí, ese día y en ese momento, ya que esas selfis terminarán la mayoría en las redes sociales. Al igual que la ingente cantidad de fotos y videos publicados por los medios de comunicación, que envían allí a centenares de fotógrafos.

Este reconocimiento tiene un valor especial tratándose de jóvenes porque podemos pensarlo como la búsqueda de una perspectiva de sí mismos, en un momento donde eso no viene de serie. Para tener una perspectiva hay que alzarse, tomar una distancia y ver (se) en el horizonte. En la adolescencia y la primera juventud, saber cómo te ven los otros (iguales), qué eres para ellos, es mucho más importante que el amor o los ideales de los padres. Hay pues una demanda insistente y una espera de respuesta que no se calma fácilmente. No quieren que los otros les devuelvan una mirada de fracaso y de resignación. 

Esta viralización y repetición infinita de las imágenes no es sin consecuencias. Por un lado, alimenta las pulsiones ya mencionadas y atrae a unos cuantos mirones que no se quieren perder el espectáculo. Por otro, descentra el problema situándolo en otro escenario, importante sin duda, y preocupante, pero no es el principal asunto que tenemos entre manos. Da el protagonismo –y eso en la era digital quiere decir también el poder- a actores secundarios y no tan relevantes para la resolución del problema.

viernes, 18 de octubre de 2019

¿Qué agita a los violentos?


La Vanguardia. El Diván, 18 de octubre de 2019

La violencia es un pasaje al acto, un franqueamiento de la palabra, un atravesarla para ir más allá. Decía el psicoanalista Jacques Lacan que “en los confines donde la palabra dimite empieza el dominio de la violencia”. Por eso, tratar de entenderla exige pensar en las coordenadas de ese acto, en lo que lo rodea y lo precipita, más que en causas únicas y definitivas que –sean las que sean- no suele haberlas.

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viernes, 11 de octubre de 2019


La Vanguardia, El Diván, viernes 11 de octubre de 2019

La “cámara de eco” que suponen la redes sociales –remitiéndoles solo mensajes coincidentes con el suyo- les empuja más fácilmente a un abismo favorecido también por algunos personajes (de ficción o no) que parecen haber concluido en un acto mortal, borrando así sus dudas. Un acto que a veces no tiene vuelta atrás. Los datos recientes constatan un aumento de las conductas suicidas entre adolescentes (incluidas las autolesiones). Aquí el horror y el no querer saber sustituyen al escándalo, siempre más tolerable.....

miércoles, 9 de octubre de 2019

Presentación "Del Padre al iPad". 25 octubre 19h. Llibreria NOLLEGIU



"¿Cómo nos posicionamos los adultos frente a esta novedad? ¿Cómo hacemos para no ‘enredarnos’ con lo virtual? Para algunos, la solución pasa por un recrudecimiento de las normas, lo que lleva inevitablemente a una judicialización de la vida cotidiana y, pronto también, a una medicalización de estos nuevos malestares, prestos a ser etiquetados como patologías, olvidando que las clasificaciones dicen más del mundo y la época, que de la naturaleza misma de la supuesta enfermedad.[1] Para otros, se trata de un laissez faire confiando en la auto-regulación de sus usuarios, olvidando que la satisfacción pulsional que implica el touch permanente no se deja domesticar fácilmente. Para todos, aún sin saberlo, hay una cierta servidumbre voluntaria respecto a la promesa de satisfacción que este nuevo objeto digital promete. Si el fordismo liquidó al obrero-productor de la revolución industrial para poner en su lugar al obrero consumidor, la realidad digital ha introducido la nueva figura del usuario-contribuidor que cede amablemente sus datos y se convierte él mismo en el producto, aun creyendo que goza gratuitamente de esa fiesta."
de la Introducción



[1] En la próxima edición de Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), que será publicada en 2022, se incluirá el “trastorno por videojuegos” (Gaming disorder) dentro de la sección relativa a trastornos de adicción.

jueves, 3 de octubre de 2019

Novedad: Del padre al iPad. Familias y redes en la era digital





AVANCE EDITORIAL

EN LIBRERÍAS DE ESPAÑA EL LUNES 7 DE OCTUBRE:

Móviles en la escuela, porno online en adolescentes, videojuegos violentos, apps de control parental, adultos hiperconectados, algoritmos e inteligencia artificial... Este libro trata de analizar estas transformaciones y proponer ideas que permitan acceder a lo virtual sin renunciar a la presencia ni a lo singular de cada uno/a.

Una parte de la función que cumplía la familia, y la jerarquía que la sostenía, ha sido desplazada a las redes sociales, con sus dispositivos más horizontales y en conexión permanente. Ellas suponen un apoyo nada desdeñable a los sujetos hipermodernos, huérfanos de referencias, pero al tiempo muestran sus fragilidades al situar el cuerpo y su imagen como elementos centrales y aupar lo virtual en detrimento de la presencia.

La hiperconexión está cambiando aspectos centrales en nuestras vidas: aprendizajes, relaciones personales y familiares, sexualidad. Su incidencia en las infancias y adolescencias del siglo XXI es ya evidente. ¿Cómo seguir siendo interlocutores válidos para ellos y ellas ante esta nueva realidad digital? ¿Cómo hacer para acoger esa novedad que traen y al tiempo no abandonarlos sin límites en su uso?

Del padre al iPad. Familias y redes en la era digital es una obra coordinada por José Ramón Ubieto. Participan como autores: Ramon Almirall, Fina Borràs, Lidia Ramírez y Francesc Vilà.

viernes, 13 de septiembre de 2019

¡Que se jodan los feos! La lengua política de Boris Johnson


La Vanguardia, 13/9/2019. El Diván


Con un historial tormentoso de relaciones de pareja, en este capítulo coincide de lleno con Trump: para ambos lo femenino es un obstáculo, algo feo que se entromete en su camino. La otra coincidencia es el uso que ambos hacen del lenguaje donde la injuria y el insulto es el tono habitual. Insultar a alguien, decía el psicoanalista Jacques Lacan, es tratar de nombrar, con esa palabra, algo del ser más íntimo de esa persona, algo suyo que se escapa, que no puede ser reducido por la palabra. Ese no poder reducir –y dominar- lo femenino los empuja a ambos a la obscenidad del insulto. Las quieren petrificar de esta manera, fijarlas a ese insulto. Degradarlas a un objeto de desecho, un pelele al que atizar. 

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