El Diván de La Vanguardia, 14 de junio de 2019
El sexo, en sus
diversas manifestaciones, siempre tiene algo de
escandaloso y si se asocia a la infancia todavía más, como en la noticia
de que los niños de 8 años ven porno en sus pantallas. Este dato de una
reciente investigación (UIB) se suma a otros anteriores como el que nos
proporcionó la ONU en 2015 donde se señalaba que el colectivo que más porno
online consume en el mundo son adolescentes de 12 a 17 años. Hay otros en la
misma dirección que hemos recogido en una investigación sobre Familias y redes en la era digital que
publicaremos (Ned) en Octubre.
Podemos escandalizarnos un par de días y luego
pasar a otra cosa. Es una fórmula muy actual, lo hacemos con la pobreza, con
las guerras y otras violencias, ¿por qué no con el sexo? Aunque también cabe
analizar los datos de manera crítica para precisar y dimensionar el asunto. Eso
nos permitiría diferenciar al menos tres cuestiones...