viernes, 2 de diciembre de 2016

“TDAH: ¿una “solución” real de 4 letras?”






Intervención en la Jornada "EL TDAH A DEBATE". Barcelona, Col·legi de Metges.1 diciembre de 2016

“TDAH: ¿una “solución” real de 4 letras?”
Quisiera contribuir al interesante debate de esta jornada con una primera reflexión sobre el uso, a mi juicio excesivamente generalizado del término TDAH. Muchos autores se han referido a ello, incluyendo algunas expresiones como “epidemia”. Yo quiero citar al Dr. Conners, uno de los investigadores y clínicos del TDAH más reconocido mundialmente. Lo conocen además por sus escalas utilizadas en el diagnóstico del TDAH. Hace unos meses señaló, en una entrevista para el New York Times, que el número de niños en los EEUU, diagnosticados con TDAH, se había elevado a 3,5 millones, frente a los 600.000 detectados en 1990. Él mismo calificó estas cifras de "un desastre nacional de proporciones peligrosas”[1]. Hay que decir que el trastorno es ahora en ese país, el segundo diagnóstico más frecuente a largo plazo realizado en niños, muy cerca ya del asma.

Pero además vemos como ese uso avanza cada día y en todas las edades, tanto por abajo como por arriba. Parece no tener límites.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Novedad. En busca de la libertad. desde la voluntad secuestrada". Conversaciones





Extractos de la entrevista con José Ramón Ubieto

"Freud definía al yo como una síntesis inestable de múltiples identificaciones heterogéneas. Es decir, que el propio yo resulta ser lo más frágil de un sujeto. La identidad, si la consideramos en su sentido consciente, es decir, aquello que uno dice ser o cree ser proporciona una fortaleza ilusoria que se derrumba cuando una manifestación de lo real irrumpe bruscamente (pérdida de cualquier tipo: muerte, separación, enfermedad). Es por ello que más que  fortalecer el yo, el psicoanálisis plantea la apuesta de no ceder frente al deseo, de soportar algo de la angustia que eso implica. Soportar la espera, los intervalos, los vacíos y los silencios, sin correr a llenarlos con todo tipo de objetos o medicamentos. Al tiempo que hacemos ese sacrificio narcisista, que nos permite tolerar mejor la castración, se trata de reforzar los vínculos con el otro, empezando por el lenguaje. Los pedagogos nos recuerdan que el mejor antídoto para el fracaso escolar pasa por la lectura, por el acceso a los recursos simbólicos que la cultura nos ofrece. Poder elegir el máximo de combinatorias significantes provee de recursos a un sujeto para tratar de bordear el agujero que todo real cava en nuestras vidas.

"(...) El inconsciente mismo, señala Jacques Alain Miller, es una elucubración de saber sobre el parlêtre. El inconsciente no deja por tanto de trabajar y de producir lo que llamamos semblantes, que no son otra cosa que tentativas de atrapar ese real que se nos escapa porque carece de sentido. Lo real, por definición, es lo que no tiene sentido y surge bruscamente, volviendo siempre al mismo lugar. Cuando alguien sufre un acontecimiento traumático, como la muerte de un ser querido, una enfermedad grave o es víctima de una atentado o de un accidente importante, queda sin palabras, paralizado por eso que se le impone como real. A partir de aquí necesita conseguir un saber hacer con eso y para ello el inconsciente tiene que producir alguna significación, registrar ese agujero y bordearlo con artificios, construcciones personales y también semblantes extraídos de lo social."



"La tesis de Freud es que los sujetos nos identificamos a ideales que nos orientan y nos permiten situarnos en la vida pero todos tienen un reverso: en un punto están llamados al fracaso. Si hay un ideal, dice Freud, habrá entonces un síntoma que lo hará fracasar. Esta es la tesis freudiana que opone ideal y síntoma. ¿Dónde localizar, pues, al sujeto: en ese ideal por el que se hace representar (cristiano, liberal, catalanista, trabajador,..) o en el síntoma que muestra su fracaso?"

domingo, 13 de noviembre de 2016

El síntoma Trump. Sujetos a la intemperie




La Vanguardia, Opinión, 11 de noviembre de 2016

Racista, xenófobo, misógino, homófobo y sin embargo 60 millones de americanos lo han hecho presidente. Lo fácil sería demonizarlos pero quizás lo más oportuno es preguntarse por qué.

Centrándonos en las claves psicológicas –otros tomarán las políticas- quisiera señalar tres factores que considero esenciales para entender este fenómeno.

En primer lugar, y seguramente la razón más importante, es que Trump ha captado muy bien el estado de desamparo de muchos sujetos que han quedado a la intemperie tras el huracán de la globalización. Personas que han perdido su empleo y se han visto abocados al paro o la fragilidad laboral. 60.000 fábricas y cerca de 5 millones de empleos industriales bien pagados han desaparecido en los últimos años. A esa pérdida ha seguido la de su casa,  que han debido sustituir por caravanas o viviendas precarias.

Pero la pérdida seguramente más grave ha sido la de su dignidad y orgullo. Su particular sueño americano se ha convertido en la pesadilla de los parias abandonados por aquellos que deberían protegerles.

Se calcula que un 10% de los votantes de Obama lo han hecho ahora por Trump y muchos otros se han abstenido o han votado otras opciones.

Trump ha desplegado una retórica que apunta directamente al retorno a un estado feliz y grandioso donde América devolvería a los auténticos americanos el orgullo de ser sus hijos: «Make America Great Again».

Ante el desamparo surge, decía Freud, el recurso al padre protector que constituye la raíz de la religión. Trump, un hombre grande y exitoso, ha sabido encarnar mejor que nadie ese anhelo, anclado en el miedo, de salir de un destino que los iba empequeñeciendo e invisibilizando. Sus diatribas contra grandes compañías como Ford y Apple y contra grandes fortunas, a las que amenazó con hacerles pagar más si no fabricaban sus productos en los EEUU, reforzaba esa figura del padre protector.

El segundo factor es el personaje mismo de Trump que, junto a esa versión acogedora, encarna también otra figura del padre señalada por Freud en su ensayo “Totem y Tabú”, el padre del goce excesivo, sin cortapisas, que guarda para sí todas las mujeres. “Cuando eres una estrella, te dejan hacerles cualquier cosa. Agarrarlas por el coño”. Esta frase de Trump, junto a otras muchas de desprecio a las mujeres, pone a cielo abierto su condición de gozador obsceno, condición de la que no parece arrepentirse ni sentir vergüenza ni culpa. 
El habla con las tripas, muestra así su “autenticidad” y deja que los que le escuchan puedan dar rienda suelta a sus sentimientos reprimidos. Encarna así la normalidad –lo que él llama “un conservador con sentido común”- que se opone a lo excepcional de las elites, desconectadas de la realidad de sus votantes.

Su misoginia y xenofobia no sólo no ha sido castigada sino que incluso el 54% de las mujeres blancas lo han apoyado. Su exceso ha sido leído como una legitimización y una reivindicación de orgullo hecha desde el éxito de alguien que sí parece haber realizado el sueño americano. Otros antes, como Berlusconi y sus velinas, ya consiguieron amplio apoyo popular al encarnar esa figura de la potencia fálica. Trump es un buen representante obsesionado por sus retratos y torres erectas.

El tercer factor es el rechazo que suscita Hillary Clinton con su secretismo, cambios de criterio tacticistas y “malas compañías” (Wall Street). Representa bien a aquellos que se han beneficiado generosamente a costa de los nuevos parias. Y por otro lado, su ambigüedad ante los propios excesos de su marido seguramente le han pasado factura entre las mujeres: ¿perdonó por amor o por ambición?

¿Resultado inesperado? La cabina de votar (Brexit, Colombia) parece ser el único lugar donde la mirada global no alcanza y allí cada uno puede decir lo que piensa, su rabia y su cólera, sin responder públicamente. Nos ha revelado que lo peor es posible. Mejor entonces saberlo y buscar otro destino para ese odio y esa angustia.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Jornada de Debate sobre el TDAH



La Sección Colegial de Psiquiatras del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) ante la polémica suscitada en el ámbito de la salud mental y raíz un documento del Síndic de Greuges en el que s'esperona los colegios profesionales a aixemplar el debate en torno la atención al TDAH, ha creído conveniente hacer una Jornada específica dedicada a esta temática.

Considera que tanto en este trastorno como en otras alteraciones de la salud, puede haber una tendencia favorecida por la creciente especialización y por otros factores, a hacer una atención fragmentaria de la persona y que hay un debate profesional centrado en la práctica asistencial.

Fecha y hora: 1 diciembre 2016 a las 9.00 horas
Lugar Sala de actos del CoMB Passeig de la Bonanova, 47 Barcelona
Organizador Sección Colegial de Médicos Psiquiatras
 + Info: http://www.comb.cat/cast/actualitat/agenda/events_fitxa.aspx?Id=aMGnpY75aoAUTEM7YNrj7g%3d%3d
Programa:

9.00h. Acto Inaugural
Jaume Padrós. Presidente del COMB.
Pilar Magrinyà. Directora general de planificación en Salud. 
Rafael Ribó. Síndic de Greuges de Cataluña.
Lluís Albaigès. Presidente de la Sección colegial de psiquiatras del COMB.

9.30h. Presentación del Protocolo de atención al Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad del PDSMyA
Montserrat Pàmies. Presidenta de la Sociedad Catalana de Psiquiatría de la Infancia y la Adolescencia. Coordinadora del Comité redactor del documento.

10.00h Break

10.30h. Mesa redonda 1: La práctica asistencial con niños con TDAH

Maite Miró (perspectiva psicoanalítica y relacional).
Joana Alegret (perspectiva familiar y sistémica).
Montserrat Dolz (perspectiva médica e integradora).
Rosa Nicolau (perspectiva cognitivo-conductual)
Mireia Planas (responsable de un equipo de asesoramiento pedagógico)
Moderador de la mesa: David Clusa (miembro de la Junta de la sección colegial y de la FCCSM).

11.30h. Mesa redonda 2. Perspectivas complementarias a la práctica clínica
Joan Ramon Laporte. Catedrático de Terapéutica y Farmacología Clínica, UAB. 
José Ramon Ubieto. Psicoanalista, escritor. 
Concha Fernández Martorell. Directora Instituto Menández Pelayo. 
Coral Regi Rodríguez. Directora Escuela Virolai


13.00h. Debate abierto entre los ponentes y los asistentes
Moderador: Luis Albaigès y Francesc Vila
Se habilitará una fila 0 para profesionales y asociaciones implicadas en la asistencia.

14h. Clausura

lunes, 24 de octubre de 2016

Violencia filio-parental: una salida fallida de la infancia







La Vanguardia, 24 de octubre de 2016


José Ramón Ubieto. Psicólogo clínico y psicoanalista

Salir de la infancia, atravesando esa “delicada transición” (Víctor Hugo) que es la adolescencia, no es un asunto fácil. La prueba es que muchas sociedades inventaron para ello sus ritos de paso, todos con la misma secuencia: separación de la familia, exposición a pruebas con riesgo y finalmente adquisición de un lugar en la sociedad de los adultos.

Freud incluso recurrió a la metáfora de un túnel donde el adolescente tiene que cavar, al tiempo, una doble salida. La que le llevará a obtener una identidad social como adulto responsable y la que le otorgará su nueva identidad sexual.

Hacerse adulto implica, pues, separarse del universo infantil en el que habitaban hasta entonces. De la protección de los padres, en primer lugar, y de los objetos y sus modos de uso, propios de la infancia.

Esa separación siempre es dolorosa para los hijos y para los padres, que también tienen que hacer ese tránsito y desprenderse de los hijos-niños. Ejemplos cotidianos los encontramos en

jueves, 13 de octubre de 2016

¿Educamos para hacer buenos gestores emocionales o adultos responsables?



 

 

 

La Vanguardia. Jueves, 13 de octubre de 2016 


El aprendizaje socioemocional (SEL en inglés) está de moda. Aprender aquello que las generaciones precedentes nos legaron queda en un segundo plano frente al desafío de gestionar nuestras emociones. Sólo esto último nos hará libres y emprendedores de nosotros mismos. Lo otro son ataduras de las que conviene desprendernos.

El yo se convierte así en el nuevo ídolo del panorama educativo. Y con él, el cuerpo como sede principal de las emociones que embargan a ese nuevo individuo autónomo y empoderado.

Para ello nada mejor que empezar lo más pronto posible, en la guardería mismo donde hay que dejar a los niños que decidan libremente sus actividades y horarios, que den rienda suelta a sus emociones. Si es posible con la complacencia de sus progenitores. ¿Para qué aferrarse a los hábitos cuando es posible construirse a sí mismo en el aquí y ahora?

¿La educación debería, pues, centrarse en hacer de cada niño/a un excelente y feliz gestor de sus emociones? ......

SEGUIR LEYENDO :

http://www.lavanguardia.com/vida/20161013/41948052536/el-divan-educacion-ninos-gestionar-emociones-adultos-responsables.html

martes, 4 de octubre de 2016

¿Acompañar o monitorizar?





La educación tiene como objetivo final que el sujeto alcance el máximo grado posible de autonomía, que le permita apropiarse de su vida y definir sus propias metas con su estilo propio. Tomará sus referencias de sus educadores pero será ya él quien se haga cargo de su realidad.

Establecer metas es pues un principio básico de la educación. Es el educador quién debe ayudar a las familias a definirlas, tomando en cuenta las dificultades pero sobre todo los recursos y los deseos de las propias familias. En el modelo tradicional de la educación era el educador quien establecía, de manera unilateral, esas metas y explicitaba así su intencionalidad educativa. Hoy ese esquema es ya impensable al margen de los principios de participación y co-responsabilidad a los que aludíamos en apartados anteriores.

Este cambio de perspectiva tiene consecuencias muy directas en la acción socioeducativa ya que supone pasar de una intencionalidad centrada en nuestra tarea como educadores, a una intencionalidad que persigue que sean las propias familias los que desarrollen su capacidad mediante su experimentación y la actuación constante en la búsqueda de soluciones a las diversas problemáticas que abordan.

Por otra parte, este planteamiento introduce dilemas importantes entre anticiparse a las dificultades que nosotros podemos detectar o intuir, como expertos, o dejar que las familias hagan frente a esas crisis para resolverlas y aprender de esa misma experiencia. En cualquier caso, este proceso de acompañamiento y co-responsabilidad implica que los resultados finales no serán ya los previstos en un esquema unidireccional donde somos nosotros que fijamos claramente las metas.

El lógico Charles S. Peirce utilizaba el concepto de abducción para referirse a ciertas zonas de la elaboración de saber en las que no se puede operar sin la capacidad de adivinar, ya que ninguna aplicación mecánica de la ya sabido puede funcionar. Allí se necesita anticipación y no se puede exactamente deducir, sino que hay que abducir. Este adivinar se funda sobre lo que Peirce denomina la costumbre, el habito, aquello que constituye el vinculo social porque se basa en lo ya sedimentado. Esta referencia no hace sino confirmarnos en la idea que a veces operamos en cierta oscuridad y que el oficio de educador no está exento de esa necesidad de anticipación y adivinación, aunque esos recursos se apoyen en algo de lo ya sabido.

jueves, 29 de septiembre de 2016

Notas sobre el acoso escolar. Una perspectiva psicoanalítica




El abismo (con Nadia Vignera)
Publicado en Virtualia, revista digital de la EOL, num 32. 2016


La idea de acción lacaniana, introducida por Jacques-Alain Miller, plantea como objetivo la incidencia de la orientación lacaniana en los ámbitos políticos y sociales a través de la política propia del psicoanálisis, que no es otra que la política del síntoma.

La frase de Lacan: "Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época" [1] alude a eso mismo. Como recordaba Miquel Bassols, se trata de una cuestión ética: "Allí donde está la subjetividad de la época, allí el analista debe advenir". [2]

Leer los síntomas contemporáneos a partir de estas indicaciones nos permite situar el estatuto de esos síntomas de otra manera que la propuesta por la psicosociología o el cientificismo al uso.

¿Qué nos enseña, pues, el psicoanálisis sobre el bullying, tomado como fenómeno social actual? Sin ánimo de exhaustividad quisiera plantear algunas tesis verificadas a través de una investigación entre varios publicada recientemente como Bullying. Una falsa salida para los adolescentes. [3]

Seguir leyendo:  http://virtualia.eol.org.ar/032/template.asp?Malestar-en-la-civilizacion/Notas-sobre-el-acoso-escolar.html

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Ciberbullying y whatsapp







La Vanguardia. Tendencias, 21 de setiembre de 2016

José R. Ubieto. Co-autor de “Bullying. Una falsa salida para los adolescentes”

El 80% de los casos de acoso entre menores viene por el WhatsApp


El ciberbullying, parafraseando a Clausewitz, es la continuación del bullying por otros medios. Sin el acoso presencial, el digital perdería fuelle y potencia. Hace falta verse las caras y mirarse porque el acoso es siempre un cuerpo a cuerpo. De allí que el reciente estudio de la Fundación Anar (http://www.anar.org/estudio-ciberbullying/) destaque que éste se produce normalmente en el propio colegio, en la clase, en los lavabos o en el patio. Si solo se tratase de la red, sin anclaje en lo presencial, la distancia y el anonimato lo haría más inocuo.

Otro dato relevante es que el WhatsApp es la aplicación más utilizada para ello: más del 80% de los casos de acoso se producen a través de esta app. Eso tiene su lógica porque esta app funciona, en estos casos, en base a grupos de alumnos/as de la clase. Es allí, en esa comunidad virtual, donde se produce el acoso. Ellos son el público necesario para la escena que requiere de la “extraña pareja” acosado-acosador, pero sobre todo del grupo de testigos que son el público que jalea o calla, pero que asisten al espectáculo. Sin ellos el telón caería rápido.