“De nuestra posición de sujeto somos siempre
responsables. Llamen a esto terrorismo donde quieran. ...La posición de psicoanalista
no deja escapatoria, puesto que excluye la ternura del alma bella. ...toda
tentativa, o tentación de encarnar más allá el sujeto es errancia... Así
encarnarlo en el hombre, el cual regresa con ello al niño. Pues ese hombre será
allí el primitivo...del mismo modo que el niño desempeñará el papel de
subdesarrollado, lo cual enmascarará la verdad de lo que sucede de original en
la infancia. "
J. Lacan. La ciencia y la verdad (1965)
El TDAH empezó a
diagnosticarse en la infancia y adolescencia, entre los 7 y los 16 años. Luego
se añadieron los adultos ya que se consideraba que el 50% de los niños
hiperactivos seguirían siéndolo de adultos. Hoy esa clasificación diagnóstica
empieza a no tener límites: el niño hiperactivo lo es ya desde los dos años y lo
sigue siendo hasta su muerte, bien entrada la vejez. Es un ejemplo claro de esa
tesis lacaniana del “niño generalizado” ya que además, y como no se cansan de
repetir algunos, sin fundamento ninguno, “el TDAH es un trastorno de carácter neurobiológico originado
en la infancia”, por lo que el sujeto no se hace responsable de esa agitación
corporal.
Los cambios
introducidos en el año 2104 en el sistema escolar norteamericano permitieron la
incorporación en escuelas públicas a niños y niñas de 3 a 5 años. Ello ha
supuesto el avance del diagnostico de TDAH en esas edades preescolares.