Cuando alguien vive, durante un tiempo, esa degradación, siente que solo desapareciendo puede detener el dolor. Para algunos, el suicidio se presenta –trágicamente– como la única forma de recuperar una dignidad arrebatada
Cuando alguien vive, durante un tiempo, esa degradación, siente que solo desapareciendo puede detener el dolor. Para algunos, el suicidio se presenta –trágicamente– como la única forma de recuperar una dignidad arrebatada
El acoso escolar se amplifica con las redes sociales
RNE 02/05/2025Nueve de cada cien alumnos sufren bullyng en España, según la Fundación ANAR. Un dato que hemos conocido en el día internacional contra el acoso escolar, que se celebra el 2 de mayo para visibilizar este problema en las aulas. Actualmente las redes sociales están amplificando los efectos perniciosos del acoso escolar, según nos ha asegurado en Radio 5 el psicólogo José Ramón Ubieto, profesor de la Universitat Oberta de Catalunya.
Catalunya Plural, 14/10/24
El reciente estreno de “Soy Nevenka”, película dirigida por Icíar Bollaín, nos recuerda el drama de esa joven que se vio forzada al exilio, hostigada por una parte importante de sus vecinos. Su historia recuerda el final de muchos casos de bullying, donde la víctima se ve obligada a cambiar de colegio y el acosador queda impune socialmente.
El psicólogo clínico José Ramón Ubieto explica que “el ciberbullying no tiene sentido sin el bullying”. “Si te acosan desde Canadá, desconectas y ya está, pero si es tu compañero de clase, ya es otra cosa, porque tienes que medirte con él, darle una respuesta, y es cuando se reacciona con el silencio y la resignación. Es la prolongación del bullying gracias a la tecnología, todo empieza con un problema previo en su entorno”. Apunta que el bullying se produce porque existe la mirada de una tercera o terceras personas: “En el escenario están el agresor y la víctima, pero hay otras personas viendo el espectáculo desde la platea y un cuarto elemento son los padres y profesores y sus actuaciones ante esta situación. El público es fundamental en estos casos y la mayoría tiene una actitud pasiva”.


El acoso es una escena con cuatro elementos: victima, victimario, testigos y adultos
No hay un perfil claro como tampoco de las víctimas. Cualquiera puede ocupar alguno de los lugares que implica la escena del bullying.
De hecho, observamos como a veces –no necesariamente siempre- los
agresores han sido antes víctimas de otras situaciones de abuso
(maltratos, abusos sexuales) e incluso de bullying. Pueden presentar
conductas desafiantes frentes a los padres y los profesores (y adultos
en general); actitudes de desprecio y abuso hacia otros compañeros; bajo
rendimiento académico; no suelen tener mucho buena opinión del ambiente
de la escuela; y, aunque a veces lo escondan, tampoco tienen muy buena
percepción de sí mismos. En el fondo se sienten unos frikis y/o ‘pringaos’ pero hacen un esfuerzo para imputar esta situación a las víctimas. Cuando no son los líderes del acoso, son chicos fácilmente influenciables por otros.Ese no poder responder es lo que los acosadores captan enseguida y los convierte en víctimasEs difícil generalizar porque las situaciones son muy diversas. Hay centros con planes de convivencia y con docentes sensibilizados y formados, y otros donde se trata de negar la existencia de cualquier conflicto pensando, vanamente, que así el problema se esfuma. Creo que todos los centros deberían ser conscientes que este problema existe. La primera recomendación es que se sensibilicen y piensen en el significado y en el impacto del problema. Una vez hecho esto, hay que pensar cómo intervenir en términos globales (convivencia), más que de una manera reactiva, cuando pasa algo. Deben anticiparse a las dificultades. Y eso requiere también plantearse la participación y la corresponsabilidad de todos los agentes (alumnos, padres y docentes) ya que esto no es un asunto de dos (víctima y agresor) sino de toda la comunidad educativa.
