lunes, 25 de febrero de 2013

Vergüenza y angustia



La Vanguardia. Tendencias. Viernes, 22 de febrero de 2013


José R. Ubieto. Psicoanalista


“Señor, no sobreviviré a esta desgracia. Tengo honor y una reputación que perder”. Estas palabras, puestas en boca de Vatel, cocinero del Gran Condé, por Madame de Sévigné, fueron el preludio de su posterior suicidio al no poder cumplir con sus obligaciones en el festín con el que el príncipe quería seducir al rey francés. “No hay vida sin honor” sería su lema, muy distinto del de su anterior señor, el superintendente de finanzas Fouquet, arrestado por malversación de fondos.

La vergüenza es un sentimiento que incluye la mirada del otro. Sentimos vergüenza cuando el otro está presente y nos sorprende en una satisfacción íntima. Hoy vemos, con los casos de corrupción, cómo ese pudor es un valor en declive y por ello el reconocimiento de la falta o la petición de disculpas públicas inexistente. “Hay que decir que morir de vergüenza es un efecto que raramente se consigue”  anticipaba Lacan en 1970.

Lo que cotiza al alza es, más bien, la desinhibición, ser un poco sin-vergüenza en la escena pública. Exhibicionismo y abusos en las redes sociales, personajes televisivos que pueblan los reality shows, -siempre dispuestos a mostrarnos sus vergüenzas íntimas- e imputados y condenados por corrupción inclinados primero a exhibir su poder y luego a mentir y exculparse sin pudor alguno.

No parece haber en la mayoría de estos casos acuse de recibo subjetivo de ninguna pérdida, condición indispensable (pero no suficiente) para rectificar la posición. La mala reputación resulta efímera y reciclable en la vorágine de las noticias y acontecimientos. El Greed is good (La avidez está bien) de Gekko, protagonista del film Wall Street, ha tomado el relevo del honor como brújula.

Donde antes la mirada del Otro avergonzaba, ahora es la nuestra que goza mirando el espectáculo y eso, sin duda, explica algo de la tolerancia social que ha habido. La crisis, con sus pérdidas, ha puesto de manifiesto que el impudor de unos constituye la violación del pudor de otros y de allí la actual rabia y protesta de buena parte de la ciudadanía avergonzada.

Correlativamente a este declive de la responsabilidad (responder de lo que uno hace o dice) otro afecto se hace más presente en nuestras vidas: la angustia. Afecto que no engaña sobre su relación a lo más íntimo de cada uno y que toma formas variadas: ataque de pánico, inquietud en el cuerpo o sentimiento de vacío que, en casos extremos, puede empujar a alguien al suicidio. Los casos de desahucios lo muestran de manera dramática. En ellos el goce de la codicia encuentra su reverso, allí sí hay pérdida real y por tanto un vacio en el tener y en el ser del sujeto “desahuciado”.

¿Cómo recuperar la función social de la vergüenza, factor clave en la convivencia? Las recientes iniciativas de autoregulación por parte de estudiantes en relación al uso de los Informers, al igual que la voz firme de algunos líderes de movimientos sociales son buenos ejemplos –en ámbitos diferentes- para recuperar la dignidad.

lunes, 11 de febrero de 2013

Debate sobre el TDAH en Catalunya Radio


 

Parlem del trastorn per dèficit d'atenció amb hiperactivitat

11/02/2013

El matí de Catalunya Ràdio

Manel Fuentes analitza les causes i els problemes que ocasiona el TDAH amb Joan Ramon Laporte, catedràtic de Farmacologia de la UAB i director de l'Institut Català de Farmacologia; José Ramon Ubieto, psicòleg clínic i psicoanalista i Josep Antoni Ramos Quiroga, psiquiatre i coordinador del programa de TDAH de l'Hospital Universitari Vall d'Hebron.

El audio del debate esta disponible en la web de la emisora:

http://www.catradio.cat/audio/703559/Parlem-del-trastorn-per-deficit-datencio-amb-hiperactivitat


martes, 5 de febrero de 2013

El porvenir de la salud mental en manos de Nuka



Obsoleto el modelo paternalista que rigió la relación asistencial clínica, y también la educativa y social, hoy se consolida un nuevo paradigma de abordaje del malestar psíquico. Fruto de la alianza entre las “neurociencias de éxito” (hay avances científicos serios en este campo, más discretos) y la dominante y omnipresente reingeniería social.

Su característica principal es renunciar a escuchar al sujeto, cerrándole la boca con el abuso de la medicación y el mal uso de los protocolos. Coherente con su reducción del sujeto al hombre neuronal (“Y el cerebro creo al hombre” Damasio dixit).

Sus efectos secundarios son ya una realidad en los dispositivos asistenciales: desconfianza de los pacientes, posición defensiva de los profesionales, aumento de la burocratización y debilitamiento del vínculo transferencial.

Se trata de un paradigma que deja solo al sujeto frente a su dolor y genera odio porque transforma la mirada inquisitiva del psi en una nominación degradante, vía la etiqueta diagnostica o incluso el insulto, menos sutil (simulador, tramposo,..).

La salud es hoy un asunto público, forma parte de la política y también del negocio. Es, sin duda, un factor clave de la economía como lo muestran las cifras astronómicas de la industria farmacéutica y las empresas de biotecnología.

Eptisa Casta Salud, división del grupo de ingeniería Eptisa, es una de las empresas, participadas por fondos de inversión, que está especializándose en la gestión privada de la salud mental en nuestro país. En la actualidad dispone de 5 centros de salud mental con 1.000 camas y 450 trabajadores en Asturias, Ávila, Madrid y el País Vasco. Combina esta actividad con estudios de mercado, consultoría en salud mental y la distribución de metadona para los centros del Instituto de Adicciones de Madrid salud.

Sus responsables ejecutivos ponen el énfasis en la innovación que suponen sus métodos, que incluyen lugares de práctica para estudiantes universitarios (UCM y UAM) y la joya de la corona: el robot terapéutico japonés de nombre Nuka. Con la forma de una foca bebe está dotado de cinco sensores (tacto, luz, audición, temperatura y postura) que le permiten interactuar con los pacientes, estimulándolos y a la vez relajándolos cuando procede. Incorpora registros positivos y negativos de los pacientes y los procesa para establecer un feed-back con ellos.

Experimentado por primera vez en Fukushima, con los ancianos supervivientes del tsunami, a los que ayudó a sobrevivir al trauma de la catástrofe, se ofrece ahora como el partener del malestar psíquico. Cumple bien con los requisitos del método LEAN, referencia clave en la reingeniería: barato (para la empresa gratis ya que sus 60.000 euros de coste los financiamos los contribuyentes europeos), de “probada” eficacia empírica (avalado por el Centro de Investigación de Enfermedades neurológicas de la Fundación Reina Sofía), extremadamente rentable (sustituye el trabajo de varios cuidadores y terapeutas) y con un gran porvenir en la expansión prevista de la empresa en Europa del este y Latinoamérica.

El hombre neuronal cifrado en los 5 registros de Nuka, traumatizado por el tsunami de la hipermodernidad, está en manos de una solicita foca-bebé que al modo de los actuales servicios de atención al cliente proponen protocolizar la demanda eliminado cualquier desperdicio (la muda, significante amo en el método LEAN) que la singularidad pudiera hacer emerger.