La Vanguardia, Opinión, 23/01/2020
Varones que han
perdido privilegios, en muchos casos trabajo, y se sienten por ello humillados
y ninguneados en una época donde ellas se hacen oír. El declive de lo
viril, presente hace varias décadas, va parejo al declive de la autoridad
paterna, especialmente de la fórmula del patriarcado.
Es hora pues -piensan
algunos- de reconquistar ese lugar perdido. Nada mejor para ello que difundir fakes
que apunten a esos temores de pérdida para generar sentimientos colectivos de protesta.
En los cuerpos de muchos de esos varones, y también de algunas mujeres, resuena
con angustia la inquietud por los cambios y para ellos/as la propuesta de Vox
del pin parental suena a refugio.