La Vanguardia, 26 de junio de 2020
La fatiga zoom es un nuevo modo de cansancio, que se suma a otras
modalidades anteriores del agotamiento digital. La novedad de esta es que surge
en medio de una pandemia y con la pretensión de reemplazar los encuentros
presenciales. Esas circunstancias son claves para entender la fatiga. Por un
lado, la pandemia que comporta muchas incertidumbres -apenas tenemos una parte
del relato-, causa de miedos y tristeza por las pérdidas. El cansancio es un
signo muy característico del ánimo depresivo.
Por otra parte, lo virtual disloca tres registros que normalmente se anudan
en un encuentro cara a cara: la imagen, el cuerpo y la voz. Aquí el cuerpo está
en casa, fuera de la escena, la imagen rígida y a ratos congelada y la voz va y
viene, se encabalga o queda en silencio sin saber, a veces, cómo interpretar
esas pausas (forzadas por la conexión o simples vacilaciones).