Publicado
a La Vanguardia. 17/11/2017
http://www.lavanguardia.com/vida/20171117/432920915219/cual-es-el-mejor-regalo-para-un-ninadolescente-del-siglo-xxi.html
Infancias se escribe
en plural porque no hay una. Hay las infancias desamparadas y robadas, algunas
en países lejanos y otras aquí mismo. Infancias mal-tratadas y des-cuidadas
para las que el mejor regalo es la protección y el buen trato. Darles un lugar
de sujetos de pleno derecho.
Junto a estas, hay
otras infancias más afortunadas, donde los bienes no son el problema principal.
A veces lo material recubre otras faltas y ausencias. En las últimas décadas
han aparecido dos nuevos objetos en la vida de estos niños y adolescentes que
no estaban en la nuestra.
Por un lado la
medicación psicotrópica (psicoestimulantes, antidepresivos, antipsicóticos,
tranquilizantes, hipnóticos), cuyas cifras son ya muy altas y no paran de
crecer hasta convertirse en un verdadero problema de salud pública. España
figura, según un estudio internacional realizado en 2004, como el tercer país
del mundo en recetar psicofármacos a menores de 17 años, por detrás de Canadá y
los Estados Unidos y algunos autores presumen la cifra de 400.000 españoles
afectados del TDAH, uno de los ejemplos paradigmáticos de esta creciente
medicalización de la infancia.
A
este nuevo objeto, llamado a “proteger” al niño de sí mismo y de sus propios
excesos (oposicionismo, rebeldía, angustia, inquietud corporal), le corresponde
cada vez más un adulto mudo, que más que escucharlo se limita a clasificarlo y
etiquetarlo, sin interactuar demasiado con él. Baste el ejemplo del diagnostico
de TDAH que puede realizarse – y se hace con frecuencia- a partir de
observaciones de maestros y padres, sin hablar demasiado tiempo con el
niño/adolescente.
El otro nuevo objeto son los gadgets (móviles, ordenadores, tablets,..) que los conectan a un otro virtual, anónimo y escurridizo, que pasa fácilmente desapercibido para los padres, al tratarse de un...
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