A la IA, le preocupan menos nuestros pensamientos y los contenidos que circulan por las redes. Promueve los más radicales y mórbidos (sexo, violencia, odio) por su mayor atracción. Le interesa mucho más saber cómo gozamos consumiendo, porque de eso depende su negocio, presente y futuro.
Catalunya Plural, 09/04/2025