Jornadas “Familias del Siglo XXI. Transformarseomorir#”
CIIMU. Abril’2015
La mesa que iniciamos la planteamos como una pregunta a explorar para la
que no tenemos una respuesta concluyente. No sabemos bien si hay novedades en
esta cuestión y si las hubiera ¿cuales?
Parece claro que pensar en las formas que toman hoy la masculinidad y la feminidad
implica leer la época o lo que es lo mismo buscar una interpretación del
impacto de la crisis en la que vivimos.
Crisis más profunda que la económica y que alcanza también lo laboral, lo
social, lo familiar y las relaciones sexuales por supuesto.
Lacan en su escrito de 1962 sobre la sexualidad femenina decía que “las imágenes
y símbolos en la mujer no podrían aislarse de las imágenes y de los símbolos de
la mujer”. Sería extraño pues pensar en los semblantes sexuales al margen del
discurso de época.
Por eso nos conviene tener una lectura de esta crisis de época útil para
interpretarla. La novedad que aporta esta crisis es pensarla como una
consecuencia de un proceso de des-regulación iniciado en los años 70 y que
ahora muestra la vertiente más entrópica.
Hoy constatamos como los mecanismos de regulación tradicionales que
constituían el soporte, la matriz de la construcción identitaria, ya no se
ajustan a las normas tradicionales, modelos bien analizados por Freud en su
teoría edípica y encarnados en las formas clásicas de la familia conyugal. Hoy hay algo que se sale del frame,
del marco tradicional. Lo simbólico ya no es lo que era.
Por otra parte, las novedades que nos ha traído la hipermodernidad, con su
apología del individualismo, del yo y del cuerpo emocionado y autogestionado, no
parece ofrecer un marco simbólico sólido para las nuevas identidades.
Las marcas en el cuerpo, la corporización actual, no dan para diferenciar y
sostener los cuerpos y las identidades sexuales. Son marcas unisex. Tampoco los
“usos” del cuerpo vinculados al ejercicio físico, la cirugía estética, los
consumos o las prácticas sexuales.
En todos ellos resalta el imperativo de obtener la máxima satisfacción en
nuestra vida cotidiana con cualquier cosa que hagamos. Goce que aun siendo
diverso en sus formas resulta homogéneo en su empuje: lo fálico –como lógica
del tener objetos, contables y calculables, programables, seguros y fáciles-
parece imponerse para ellos y ellas. Toda la erótica digital parece funcionar
en ese paradigma.
Apps como Tinder, webs como Adoptauntio y otras
muchas proponen una relación entre los sexos y una identidad masculina/femenina
basada en la contabilidad, la seguridad y la accesibilidad. No parece, sin
embargo, que el sexo easy garantice
la armonía sexual y evite las quejas de unos y otras.
Como nuestro tiempo es el de las paradojas, al tiempo que se impone este
funcionamiento, se renuevan también modelos fundamentalistas y parecen surgir
otros más inspirados en cierta feminización del mundo donde prima más el reconocimiento de la falta, la
sorpresa y una lógica menos calculada y calculable. Un funcionamiento que
parecería propicia más el encuentro con la alteridad que implica siempre el
otro sexo, abierto al otro.
El fragmento de película que hemos visto, Una pistola en cada mano, de Cesc Gay (2012) nos muestra
algo de esos dos funcionamientos diferenciados y algunos movimientos sociales
recientes también parecen incluir algo de esa nueva manera de hacer.
Esta pregunta por cómo incluir lo femenino entendido como lo altero vale
para hombres y mujeres. También las mujeres deben hacer con esa extrañeza si no
quieren reducirse a una lógica fálica, como podría ocurrir con el aumento
reciente de las maternidades como sustitutos, para algunas mujeres, de la
pareja. La maternidad, cuando se vive como posesión del hijo, puede ser una
manera de velar la condición femenina.
¿No estaremos pues asistiendo a una crisis de lo Mismo? ¿a una crisis de este funcionamiento fálico
homogeneizante que produce abulia, aburrimiento, depresión y de allí la compulsión
(consumo de porno)?
¿Cómo responden a esto ellos y ellas? ¿Replican viejos modelos clonando
formulas o hay novedades reales? ¿en qué sentido serían nuevas? ¿hoy escuchamos
nuevos relatos sobre la pasión amorosa?