Introducción por José Ramón Ubieto
El trabajo en red: una respuesta posible a las
crisis
La crisis en la que
estamos inmersos es una crisis global que va más allá de sus componentes
económicos y laborales. Es una crisis que pone en cuestión también los modelos
asistenciales de salud, educación y servicios sociales.
El paradigma
asistencial hoy dominante está basado en sistemas derivados de las
organizaciones empresariales. Nacido al albor de la Nueva Gestión Pública
implica consecuencias directas en la relación asistencial.
Para resumirlas en
las cuatro principales diremos que supone una pérdida de confianza de los
ciudadanos en los servicios y en los profesionales que les atienden. Como
respuesta éstos tienden a adoptar posiciones defensivas para evitar las quejas
o demandas que puedan surgir. Además este paradigma supone un aumento notable
de la burocratización de la tarea profesional, lo que conlleva, como cuarto
elemento, una pérdida de la calidad asistencial y del vínculo transferencial
del profesional con el ciudadano. Hoy somos ya conocedores del alcance de estos
efectos negativos y de los impasses que generan.
Afortunadamente hay
otros paradigmas asistenciales posibles. Uno de ellos, basado en las prácticas
colaborativas del trabajo en red, plantea otra manera de hacer donde lo individual
y lo colectivo se articulan alrededor de dos objetivos básicos. Por una parte
ayudar a los profesionales que intervienen a hacerse una representación
compartida del caso, donde la mirada sobre lo global y lo singular permita
captar la lógica interna de cada caso, sus líneas de fuerza, aquello que cojea
pero sobre todo sus invenciones y logros. Es allí donde nos podemos apoyar para
acompañar a las familiass en la búsqueda de respuestas a sus crisis.
Por otra parte esta
orientación del trabajo colaborativo proporciona a los profesionales un apoyo
mutuo frente a la angustia e incertidumbre que generan la complejidad y
gravedad de las realidades asistenciales. Este apoyo posibilita que cada uno
pueda sostener su acto profesional (clínico, educativo o social) sin verse
obligado a precipitar su actuación forzado por la urgencia subjetiva y
emocional.
Evidentemente esta
propuesta no es sin dificultades. Algunas están relacionadas con el tiempo y
las cargas de trabajo, otras con el intercambio de datos e informaciones. Algunas con las tensiones políticas e
institucionales entre departamentos y finalmente, la más importante, con las
resistencias de los propios profesionales que no siempre están en buena
disposición para compartir el trabajo, sea por desconocimiento, temor o falta
de voluntad.
El trabajo
realizado desde el Ayuntamiento de Lorquí es ejemplar por la disponibilidad y
capacidad tanto de los profesionales de las diferentes redes como de los
responsables institucionales.
Este libro es una
buena muestra de la convicción que tienen en los beneficios del trabajo en red
y en el hecho de que hoy es ya una elección forzada si queremos responder con
eficacia y buen hacer a los retos y problemáticas que la ciudadanía tiene en
estos tiempos de crisis.