Hace unos días
conocimos la noticia de una anciana hallada en estado de momificación, cuatro
años después de morir en la más absoluta soledad. Lo llamativo del caso no es
su muerte solitaria – hecho cada vez más frecuente, como saben bien los
profesionales de la intervención social- sino el largo tiempo pasado antes de
encontrarla, sin que ningún vecino la echara en falta.
Desde hace unas
décadas, los sociólogos nos advierten que los hogares unipersonales (muchos de
ellos de ancianos, sobre todo mujeres) ocupan el ranking estadístico en las
grandes ciudades. En urbes como Nueva York, Tokio o Paris superan ya el 50% y
en Barcelona o Madrid la cifra es también alta.
Es un signo inequívoco de la atomización de los
vínculos sociales, del estallido de antiguos lazos comunitarios y de las
transformaciones de las formas familiares. La muerte, tanto la natural como la
buscada (suicidios), nos devuelve....
José Ramón Ubieto és Psicoanalista, especialista en Psicologia Clínica i
professor col·laborador de la Universitat Oberta de Catalunya. Juntament
amb el catedràtic de Psicologia Marino Pérez ha publicat 'Niñ@s HIPER.
Infancias hiperactivas, hipersexualizadas, hiperconectadas'.
"Hay que rescatar el aburrimiento y desterrar esa falsa idea de que los
niños no deben aburrirse y para eso los llenamos de objetos. El aburrimiento es
el principio de la solución, porque aburriéndose los niños imaginan e inventan
cosas.
La conversación también es importante. Tener momentos en familia para
conversar ayuda a los niños a situarse en el mundo, hace que se sientan
escuchados.les permite encontrar una perspectiva desde donde verse..."
“Diagnosticar el TDAH s’ha convertit en el recurs fàcil”
Diari Ara. 21/05/2018
José Ramón Ubieto compagina la professió de psicoanalista amb la
de professor a la UOC. Acaba de publicar ‘Niñ@s hiper’, escrit a quatre
mans amb Marino Pérez, catedràtic de psicopatologia de la Universitat
d’Oviedo
ELISABET ESCRICHE
A Niñ@s hiper, Ubieto i Pérez denuncien l’obsessió dels pares per convertir la infància dels seus fills en hiper.
Conversen sobre com els adults estan colonitzant la infantesa de manera
accelerada per la via de tot allò que porta aquest prefix: hiperactiu,
hipersexualitat, hiperconnectat...
Comencem pels hiperconnectats. S’ha posat de moda monitoritzar la vida
dels fills via aplis per comprovar si dormen bé, si mengen prou... ¿Com
està afectant aquesta hiperconnexió el paper dels pares?
Abans els pares tenien galons només pel fet de ser pares. El problema
és que, amb la transformació de la societat, molts estaven desorientats
perquè no sabien si seguir el model dels seus pares o un altre de
totalment diferent. Just en aquest espai de trànsit ha entrat amb molta
força la tecnologia i molts pares l’han acceptada pensant que els podria
servir per monitoritzar la vida, com si es pogués reduir a un
algoritme. A més, aquests avenços es presenten com si fossin promeses
que et permeten controlar el fill, i en realitat tenen dos efectes:
l’hipercontrol i un cert abandonament, perquè amb l’excusa que el nen ja
està monitoritzat l’acabes deixant sol.
Una obsessió de la societat actual és posar etiquetes a tot. Per què?
Les etiquetes van bé a tothom, triomfen perquè és un nom per a un
estat. Quan et trobes malament t’espantes, però quan el metge et posa
l’etiqueta ja et tranquil·litzes. Proporcionen una identitat en moments
d’incertesa. No només els interessa als metges, de posar-ne, sinó també
als pares per poder dir que el seu fill té, per exemple, TDAH, perquè si
no en tingués s’haurien de preguntar què han fet malament ells, què no
escolten...
L’entrevista — Amb José Ramón Ubieto , psicòleg i psicoanalista, professor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) i Consultor dels Programes
AEU (Alts Estudis Universitaris) comentem les possibles conseqüències de la cultura del zàping. Leer entrevista completa
La matanza escolar de Santa Fe se suma a una larga serie que tuvo en Columbine su matriz original. Muchos de los adolescentes que perpetraron posteriormente un ataque se refieren a él como su fuente de inspiración. Quizás este hecho nos da una pista sobre las claves psicológicas de esta repetición, más allá de la evidente cultura bélica en el caso norteamericano.
Los Hikikimori españoles también existen si bien las condiciones sociales, y por ende discursivas, son diferentes del Japón. Mientras que en el país nipón se calcula que el número de adolescentes y jóvenes encerrados en casa supera ampliamente el millón1, aquí apenas hay datos pero en todo caso dista mucho de esa cifra2.
Los servicios de emergencias a domicilio y los servicios sociales son los dispositivos más cercanos y conocedores de estos casos. Todos coinciden en que no existe ningún perfil homogéneo y que cada sujeto se encierra con su juguete particular, parafraseando la ópera prima del novelistaJuan Marsé.
Lo común es el acoso que todos sienten respecto a un imperativo que sitúan en el otro,
La Vanguardia. El Diván, viernes 20 de abril de 2018 Las madres y padres actuales ya no pueden vivir de la renta del patriarcado. Aquellos galones que recibían por el mero hecho de serlo, especialmente el pater familias, les confería una autoridad y un poder que han perdido. Eso les deja desorientados y vulnerables a las muchas ofertas que la alianza neurociencias-tecnología produce a diario. (....) Hoy los padres se muestran cada vez más fieles a sus hijos, a medida que el ideal de pareja declina. Parece que los hijos sean sus salvavidas y, al mismo tiempo, les generan angustia y miedo a equivocarse y no cumplir con la “parentalidad positiva” como se les recomienda. De allí que se hable ya de burn-out parental, un agotamiento emocional producido por ese estar centrado en el niño, casi como un estilo de vida. ¿No les ayudaría más conectar con su propia infancia, con sus “fracasos y decepciones” pero también con sus invenciones logradas, y transmitirles algo de eso a sus hijos e hijas? LEER ARTICULO COMPLETO
La agresión es un acto decidido y destaca su carácter de cobardía moral, como prueba que se practique en grupo
Manada y agresión sexual parecerían tener una conexión automática. Como si la violación cometida fuera efecto de una especie de instinto gregario, programado genéticamente como ocurre en los animales. De ahí su apodo: La Manada.
Pero lo cierto es que no se trata de ningún mecanismo involuntario ni predeterminado. La agresión es un acto decidido y por tanto plenamente imputable. Destaca su carácter de cobardía moral, como prueba el hecho de practicarse en grupo, preservando el anonimato hacia la víctima y usando drogas para borrar la conciencia o disminuir la resistencia de esta.
¿Qué teme la manada que la empuja a actuar así y dar la cara sólo entre sus amigos y “palmeros”?....
Diario Información. Alicante. Viernes 20 de abril de 2018 José Ramón Ubieto presenta esta tarde su
último libro «Niñ@s hiper: hiperactivos, hipersexualizados, hiperconectados»
José Ramón Ubieto: «La hiperactividad es la etiqueta
que ponemos a muchos malestares de la infancia y hay un sobrediagnóstico»Héctor fuentes
¿A qué hace referencia
el término «Niños hiper» que da título a su último libro?
Hay un fenómeno que está tomando fuerza en los últimos años y es la
colonización de la infancia por parte de los adultos. Queremos que los niños
estén hipersexualizados, que estén hiperconectados, que sean creativos...
proyectamos valores e ideales de los adultos en ellos. Esto produce una serie
de cambios.
Las
personas van y vienen por la vida, a ratos liadas en su trabajo, sus relaciones
o su familia. Otras, perdidas en sus cosas y, a veces, desorientadas en sus
deseos y con dificultades para apañárselas con su pareja, su oficio o la
convivencia social. Algunas de ellas se hacen oír en su queja ruidosa y otras,
en cambio, pasan discretamente con su malestar y sus limitaciones
ordinarias.
Eduardo
trabaja hace años de jefe de recepción en una empresa y cada día se ocupa de
verificar que todo quede bien cerrado y en su sitio. Cuando no ha podido ir al
trabajo, por motivos de fuerza mayor, ha llamado insistentemente para
asegurarse que todo está correcto. No lo hace por cobrar más, ni por recibir
compensaciones. Es su trabajo y también su vida. Sin ese lugar en el mundo “no
sería nadie”, explica. Vive soltero, con su madre anciana. Allí piensa “cosas
extrañas” que no comenta con nadie, son “sus manías”. Cosas que lo angustian y
lo entristecen pero le salva pensar que a la mañana siguiente volverá a su
puesto de trabajo y las ideas se evaporarán.
Como
han señalado muchos autores contemporáneos (Bauman, Han, Sennett), la exigencia
de rendimiento que nuestra sociedad, más que ninguna otra antes, pone en primer
lugar, termina cansando al sujeto. La ruptura de los vínculos, la soledad, la
angustia, el recurso a tóxicos u otras adicciones o el burn-out en el trabajo son
El psicoanalista, José Ramón Ubieto, asegura que hay un sobrediagnóstico de este
trastorno. Ubieto lo describe como “una etiqueta diagnóstica que encubre malestares muy diversos, algunos relacionados con la agitación propia –y no patológica– de la infancia y la adolescencia, mientras que otros reactivos a situaciones del ambiente (abusos sexuales, duelos migratorios o familiares, violencia...) y en último lugar, debidos a dificultades psicológicas o problemas médicos”....Seguir leyendo
Cadena Ser
“Hay una epidemia de TDAH" Esta
afirmación la hace el psicoanalista José Ramón en base a números reales. “En
doce años, del 2000 al 2012, en España se han multiplicado por 30 los
diagnósticos por Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad”. Escuchar audio
Els psicòlegs José Ramón Ubieto i Marino Pérez parlen d’hiperinfàncies i de com les famílies tendeixen a colonitzar les primeres etapes de vida dels seus fills, tot imposant uns criteris que són més propis de l’edat adulta. Una reflexió arran de la publicació del llibre ‘Niñ@s Hiper’ que versa sobre les conseqüències que les exigències d’una societat accelerada es filtrin en la infància.
Amics i coneguts: Llibre ' Niños hiper' Entrevistem al psicoanalista, José Ramón Ubieto, per coneixer els ets i uts del seu darrer llibre titulat 'Niños Hiper'. 17 març de 2018
Entrevista a José R. Ubieto y Marino Pérez, autores del libro Niñ@s Híper. Infancias hiperactivas, hipersexualizadas, hiperconectadas
PsiAra. SECCION: Entrevistas // PUBLICAT 08/03/2018
José R. Ubieto y Marino Pérez acaban de sacar a la luz su último libro Niñ@s Híper. Infancias hiperactivas, hipersexualizadas, hiperconectadas, editado por Ned Ediciones, que se presentará en el Ateneu Barcelonès el próximo 10 de mayo de 2018.
La presentación es una excelente oportunidad para que los colegiados y colegiadas del COPC reflexionen en voz alta con los autores. La presente entrevista introduce los temas que trata el libro, para incentivar su lectura antes de asistir a la presentación o para motivar la presencia al acto de presentación. Para inscribirte a la presentación del libro, clica en este enlace a la web del COPC
José R. Ubieto, psicoanalista y profesor de la UOC, nos recomienda a media entrevista que veamos el primer capítulo de la última temporada de Black Mirror. Muestra, explica, cómo una madre haría cualquier cosa para proteger a su hija y cómo cree lograrlo gracias a un dispositivo que ejerce ese control. Acaba de publicar, junto al catedrático de Psicología Marino Pérez Álvarez, Niñ@s híper. Infancias hiperactivas, hipersexualizadas, hiperconectadas (Ned ediciones).
¿Niños híper, padres pasivos?
Más que pasivos, desorientados y a veces un poco abandónicos. Desorientados porque ya no tienen la brújula del patriarcado tradicional y abandónicos porque ceden fácilmente su función a las falsas promesas de esa alianza entre la tecnología y el mercado.
¿A qué se refiere?
A gadgets, dispositivos para monitorizarles, a pseudoterapias, a farmacopea, a
Los adultos estamos colonizando la infancia de manera acelerada por la vía de lo híper: infancias hiperactivadas, hipersexualizadas, hiperconectadas. Queremos que sean como nosotros: emprendedores, con una identidad sexual clara, dominadores de varios idiomas y creativos. Idolatramos la autoestima elogiándolos indiscriminadamente como si ya fueran geniales por el simple hecho de ser niños, a menudo origen de egos inflados de narcisismo. Y, al mismo tiempo, los queremos controlados y evaluables en sus resultados.
¿No estaremos privándoles del tiempo propio de la infancia, aquel que Freud reservaba para comprender qué significa hacerse mayor? ¿O de los entornos facilitadores de desarrollo a los que aludía Skinner? ¿Cómo seguir siendo interlocutores válidos para esta infancia del S. XXI?. Este libro está dirigido a un amplio público de madres y padres, docentes y profesionales.
Índice:
¿Qué hay de nuevo en la infancia del
Siglo XXI?
¿Todos hiperactivos?
Bipolares infantiles
¿Cómo
ser rebelde hoy?
¿Infancia medicada o dopada?
¿Cómo seguir siendo interlocutores
válidos para los niños y niñas del S. XXI?
Que un niño de 9 años sea acosado por sus compañeros
a lo largo de meses sin que ningún adulto se dé cuenta no es una novedad, a
pesar de la gravedad del hecho. Los datos que tenemos sobre el acoso escolar
nos hablan de un aumento y de un inicio precoz. Si antes el bullying se
centraba básicamente en la adolescencia, hoy vemos como se adelanta a los 9-10
años en sus primeras manifestaciones, algunas ya muy crueles.
Lo que sí resulta más novedoso, y al tiempo más
traumático por lo que tiene de inexplicable, es que ese acoso incluya una
agresión sexual como la sucedida a este niño de Jaén. Sobre todo cuando los
agresores son menores de 14 años. Es lógico, pues, que tratemos de encontrar
una explicación para esa violencia sinsentido que ha hecho estallar nuestra
ficción de una infancia más apacible. Las causas son, como siempre, múltiples y
diversas.
En primer lugar está la responsabilidad individual,
uno por uno, de estos niños preadolescentes, que no por ser inimputables
legalmente son irresponsables. Ellos tienen que responder de sus actos y
aceptar las consecuencias de ello. No podemos anticipar esas explicaciones que
sólo ellos podrán dar. Lo que sí constatamos en nuestra experiencia clínica es
que la violencia a veces no tiene más causa que el puro deseo de destruir, de
romper algo o a alguien. Freud habló de la pulsión de muerte que anida en cada
sujeto para mostrar ese lado oscuro que tanto nos cuesta aceptar, y que sólo la
realidad, en su versión más cruel como aquí, nos obliga a ello.
Las redes
sociales están llenas de imágenes de niños y niñas, algunas puestas por ellos
mismos y otras muchas expuestas por los progenitores. Sin olvidar millones de
otras, de carácter pornográfico. Lo que más sorprende es que los padres ignoren
muchas veces los riesgos que supone, además de no preservar su intimidad.
¿Ingenuidad,
despiste, negligencia? Quizás hay una razón más poderosa, que desborda a menudo
las intenciones de cada madre o padre. Es el espíritu de la época que nos
empuja, sutilmente, a colonizar la infancia de manera acelerada por la vía de
lo híper como patrón. Los adultos promovemos, cada día más, infancias y
adolescencias hiperactivas, hipersexualizadas,hiperconectadas y al tiempo hipercontroladas.
Si
tradicionalmente se “adoctrinaba” a la infancia en nombre de los ideales, hoy
tratamos, más bien, de imponerles un modo de goce que es el nuestro, el adulto.
Queremos que sean
Con él hemos charlado de este trabajo, pero también de otras cuestiones de interés relacionadas con el bullying o acoso escolar. ¡No te lo pierdas!
¿Qué aporta esta lectura a un tema de actualidad como es el bullying?
Ofrece
una mirada distinta tomando la perspectiva de la significación
psicológica del acoso para todos los participantes (victima, victimario,
testigos y adultos) y poniendo énfasis, en el caso de los adolescentes, del momento vital que atraviesan;
especialmente en el tratamiento que tienen que hacer de su cuerpo -que
se les presenta como algo nuevo y extraño- y que, en cierto modo, los
acosa con sus nuevas sensaciones de carácter sexual. También toma en
cuenta los cambios sociales en lo que afecta a las figuras de autoridad y
al papel creciente de la mirada y la imagen como elementos
omnipresentes, a través de la realidad digital, en las infancias y
adolescencias del siglo XXI.
¿Qué análisis se realiza en el libro del acoso escolar y desde qué perspectiva?
El análisis es interdisciplinar y fruto de una investigación realizada durante un año.
Las hipótesis de trabajo se orientan a la experiencia educativa, social
y clínica de los autores y, en especial, a las aportaciones del
psicoanálisis. La idea es que el acoso es una escena con cuatro
elementos: victima, victimario, testigos y adultos. Cuando los
adolescentes se sienten “acosados” por la pubertad y sus
transformaciones en el cuerpo y en la imagen tienen la tentación de
elegir un chivo expiatorio para que pague por todos.
Manipulando, ninguneando y golpeando el cuerpo del otro creen,
ilusoriamente, que su cuerpo queda a resguardo del acoso. En el caso de
las chicas la forma principal es la marginación, el ninguneo y en los
chicos aparece más el acoso físico.
El acoso es una escena con cuatro elementos: victima, victimario, testigos y adultos
¿Cuál es el perfil del estudiante que adquiere el rol de ‘acosador’? ¿Qué le lleva a desarrollar este comportamiento?
No hay un perfil claro como tampoco de las víctimas. Cualquiera puede ocupar alguno de los lugares que implica la escena del bullying.
De hecho, observamos como a veces –no necesariamente siempre- los
agresores han sido antes víctimas de otras situaciones de abuso
(maltratos, abusos sexuales) e incluso de bullying. Pueden presentar
conductas desafiantes frentes a los padres y los profesores (y adultos
en general); actitudes de desprecio y abuso hacia otros compañeros; bajo
rendimiento académico; no suelen tener mucho buena opinión del ambiente
de la escuela; y, aunque a veces lo escondan, tampoco tienen muy buena
percepción de sí mismos. En el fondo se sienten unos frikis y/o ‘pringaos’ pero hacen un esfuerzo para imputar esta situación a las víctimas. Cuando no son los líderes del acoso, son chicos fácilmente influenciables por otros.
En el caso del estudiante que lo sufre, ¿se puede hablar de una personalidad o forma de ser concreta?
Tampoco. Pareciera
que tener un rasgo de debilidad o de diferencia los hace más
vulnerables y si bien eso es cierto en muchos casos, no siempre funciona
así. Hay niños ‘débiles’ que, por eso mismo, son protegidos
por el grupo sin sufrir acoso e igualmente los hay con diferencias
marcadas que, en lugar de hacerlos vulnerables, los hace dignos de ser
admirados. Su ‘frikismo’ puede ser tomado como algo a imitar. Lo que sí
encontramos como rasgo característico de la víctima es que es alguien
que ante una intimidación no puede responder y queda callado frente al
acoso. Ese no poder responder es lo que los acosadores captan enseguida y
los convierte en víctimas. Las razones de esa inhibición son diversas y
tienen que ver con la historia personal de cada uno y cada una.
¿Están los centros escolares y los docentes preparados para afrontar el acoso escolar? ¿Qué recomendaciones les daría?
Ese no poder responder es lo que los acosadores captan enseguida y los convierte en víctimas
Es
difícil generalizar porque las situaciones son muy diversas. Hay
centros con planes de convivencia y con docentes sensibilizados y
formados, y otros donde se trata de negar la existencia de cualquier
conflicto pensando, vanamente, que así el problema se esfuma. Creo que todos los centros deberían ser conscientes que este problema existe.
La primera recomendación es que se sensibilicen y piensen en el
significado y en el impacto del problema. Una vez hecho esto, hay que
pensar cómo intervenir en términos globales (convivencia), más que de
una manera reactiva, cuando pasa algo. Deben anticiparse a las
dificultades. Y eso requiere también plantearse la participación y la
corresponsabilidad de todos los agentes (alumnos, padres y docentes) ya
que esto no es un asunto de dos (víctima y agresor) sino de toda la
comunidad educativa.
¿Qué herramientas y recursos considera adecuados para poner fin a esta práctica?
Con estos supuestos asegurados no es complicado encontrar mecanismos concretos para definir ese plan de convivencia. Hace
falta sistemas de detección que combinen las tutorías y los espacios
abiertos de conversación con los alumnos, junto a algunos recursos más
anónimos de denuncia: existen buzones, correos electrónicos y apps que permiten esto. Pero lo primero es crear un clima de confianza que permita hablar del tema abiertamente.
También las fórmulas de tutoría entre iguales se han revelado útiles.
Cuando nada de esto funciona queda, lógicamente, el recurso judicial
(denuncia).
¿Hay temor al hablar de bullying?
Sí, hay temor y existe esa falsa idea de que callar sobre un conflicto lo anula.
Temor porque el acoso es una violencia y sobre todo es una crueldad, un
sadismo que nos angustia ya que conecta con lo más íntimo de cada uno
de nosotros. No son conductas psicopáticas propias de personajes
‘monstruosos’ psíquicamente. Cualquiera puede pasar al acto si se dan
las condiciones. Es esa disposición tan general lo que nos produce
temor. Por otra parte, algunos centros temen que hablar de conflictos
ahuyente a las familias de potenciales alumnos y prefieren ocultar los
hechos dejando solos a aquellos más vulnerables.
Por último, un pequeño test. ¿Qué le sugieren las siguientes palabras?
– Adolescencia: Encontrar la salida del túnel que nos lleva de lo infantil a lo adulto superando la extrañeza de un cuerpo nuevo y exigente.
– Violencia: Cuando la palabra no logra traducir las sensaciones y el sujeto se siente desbordado y fracasado.
– Sensibilidad: Saber escucharse a sí mismo y conectar con los deseos, pero también con las dificultades.
– Escuela: La oportunidad de aprender, de jugar, de investigar y de estar con otros con la finalidad última de hacerse mayor.
– Miedo:
Algo que nos alerta de un peligro pero también algo que nos puede
paralizar si no somos capaces de ‘decir’ esa angustia en nuestra lengua,
dándole así una forma aceptable.
La Vanguardia, Parece que a la oreja porque, según informaba The Guardian, un 25% de los adolescentes dueños
de smartphone nunca han realizado una sola llamada. Nada
extraordinario, más bien confirma el modo de “conversación” que tiene
hoy un modelo en expansión: las redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, Whatsapp, ThisCrush) que facilitan un tipo de conversación con algunos rasgos básicos. El principal es que el cuerpo se escabulle produciendo una
pseudointimidad (se puede decir cualquier cosa sin hacerse responsable
de aquello que se dice) y ahorrándose así el compromiso.
El teléfono clásico aún incluía la voz, que es ya un índice
presencial que nos implica y compromete mucho más que el anonimato de un
texto o una imagen sin réplica inmediata, de “viva voz” o “cara a
cara”.Es por eso que esta conversación en línea está llena de.......